❝REMEMBER❞ [Yoonmin]

S e t e n t a y s e i s

// Bad Dream - Ruelle //

"¿No me despertarás? Estoy atrapado en una pesadilla."

El silencio era una de las pocas cosas que él realmente amaba.

Realmente disfrutaba pasar tiempo a solas, donde pudiera encargarse de sus asuntos rodeado de un tranquilo silencio. Le gustaba mucho esa sensación de tranquilidad que le brindaba su oficina o algún lugar lleno de sus papeles y libros, con una taza de té o café y una pluma y tinta. Realmente no necesitaba nada más para estar tranquilo.

La punta de la pluma pasaba suavemente sobre el papel, plasmando en él las órdenes que serían entregadas luego a sus hombres. Mordió su labio inferior mientras se enderezaba en su lugar. Terminaría de escribir eso, iría a ver a su Rey y lue-...

— ¡Jung!

A la mierda mi tranquilidad. Se dijo soltando la pluma entre sus manos para soltar un bufido.

Alzó la cabeza fastidiado, viendo como la puerta era abierta sin él haber dado el permiso y el omega de cabellos castaños y bonita sonrisa entraba. Sus ojos se posaron en las manos del mayor, viendo que traía una bandeja con nada más y nada menos que comida.

Pasó una mano por su rostro, cansado, y soltó un suspiro. — ¿Qué quieres, Seokjin? — preguntó a pesar de saber la respuesta.

El omega rodó los ojos, cerrando la puerta haciendo uso de una de sus manos, y alzó la bandeja como si no fuera lo suficientemente visible.

— A Choi Junghong se le escapó decir que no has comido nada desde la mañana. ¡Y mira la hora, Jung! Son casi las once de la noche, ¿acaso no aprecias tu salud, maldito demente? — le preguntó dejando la comida sobre la mesa luego de apartar algunos papeles.

Hoseok tuvo que apretar los labios para no insultarlo por haber interrumpido su tranquilidad. Rodó los ojos y apoyó sus codos sobre la mesa. — Kim, si tuviera hambre ya hubiera ido a comer algo ¿no crees?

— Te conozco, Jung Hoseok, aunque estuvieras muriendo de hambre no te levantarías de esa silla si no fuera necesario. — dijo Seokjin poniendo los cubiertos frente a él. Cuando acabó le sonrió amable y empujó un poco el plato. — Empieza a comer si no quieres que te meta toda esta comida por los ojos.

Kim Seokjin se sentó en la silla frente al escritorio del menor, mirándolo con una pequeña sonrisa mientras sus brazos se mantenían cruzados. Su sonrisa se volvió sincera cuando vió al pelirrojo suspirar antes de tomar los cubiertos y comenzar a comer.

Estiró su mano y tomó uno de los papeles, leyendo en voz baja lo escrito ahí. Alzó la cabeza y miró con una ceja alzada al menor. — ¿Alineaciones?

— Es diecisiete de septiembre, Kim, la noche de Luna Roja es en tres días y necesitamos poner a todos nuestros soldados betas en las calles para que no ocurran atrocidades. — explicó calmadamente.