❝REMEMBER❞ [Yoonmin]

S e s e n t a y u n o

"En la dulce oscuridad la hora de la brujería desciende."

El destino era algo que le inquietaba.

Para todos, el destino era algo que los ataba de pies y manos. Era algo que los movía como si de una marioneta se tratase, todo para que las cosas sean hechas de la forma en el que el destino las escribió. Aunque no era la mejor sensación, ellos no podían hacer nada. Aunque ¿qué tan cierto era eso?

Después de todo, las decisiones de una persona definen su propio destino. Era decisión propia si es que hoy él permanecía acostado tranquilamente en esa gran cama mientras afuera el sol empezaba a asomarse. Era producto de sus decisiones. No tenía derecho a quejarse.

Suspiró mientras dejaba suaves caricias en la cabeza de su pareja, jugando en silencio con sus cabellos oscuros. Sintió la respiración del mayor chocar contra su cuerpo desnudo y no pudo evitar sonreír. 

Las manos de su alfa rodeaba con fuerza su cintura y su rostro permanecía oculto en la curvatura de su cuello, con los ojos cerrados y una suave y tranquila sonrisa en su rostro. El omega tenía su codo apoyado en el colchón, sosteniendo su mejilla, mientras que su mano libre acariciaba a su pareja.

— ¿Ya despertaste, alfa? — preguntó en un susurro Jimin. 

El alfa, negando, se aferró más al cuerpo desnudo del menor. — Aún estoy dormido — aseguró en un susurro ronco. 

Jimin ensanchó su sonrisa al escuchar su respuesta. Rodó los ojos y soltó los cabellos del mayor, recibiendo un gruñido inconforme como respuesta.  — No me gruñas. — advirtió Jimin poniendo sus manos sobre los hombros del mayor, buscando alejarlo. — Oye, alfa, suéltame. Es hora de levantarse.

Yoongi negó y apretó aun más su agarre en la cintura del menor, haciéndole soltar un bufido de molestia y diversión. 

— Alfa irresponsable, anoche me dijiste que te despertara temprano por que tenías cosas que hacer. — le recordó Jimin. — Levántate.

— Mierda... — murmuró Yoongi al recordarlo. Abrió sus ojos, encontrándose con los verdosos orbes de su amado al instante. Mostró una sutil sonrisa antes de recibir un beso en la frente. — Buenos días, omega mandón. 

— Buenos dias, alfa irresponsable. — replicó Jimin.

El mayor frunció su ceño — Yo no soy un alfa irresponsable.

— Y yo no soy un omega mandón. — respondió el rubio antes de empezar a reir.

Los labios del mayor se dirigieron al cuello de su pareja, besando con cariño la marca recién renovada. — Buenos dias. — murmuró embriagándose con el dulce aroma de su pareja.

Park Jimin sonrió y soltó un tonto suspiro al sentir el aroma del mayor con mayor fuerza debido a la cercanía. — Buenos dias, querido. 

El alfa soltó un suspiro antes de soltar al omega y sentarse. Jimin le observó levantarse en silencio; el omega sonrió y se acurrucó en las suaves sabanas a la par que su alfa ingresaba al baño.