❝REMEMBER❞ [Yoonmin]

V e i n t i o c h o

"Me estoy enamorando de tus ojos, pero ellos no me conocen todavía, y con la sensación de que voy a olvidar, estoy enamorado ahora."

El alfa mantenia su rostro serio mientras miraba al sonriente omega con fastidio. El omega suspiró, tomando la mano del alfa antes de empezar a reir.

— No entiendo por que te comportas de esta manera. Sólo voy a la capital, no me voy al bosque ni nada parecido. ¿Quieres quitar esa cara? — murmuró mientras entrelazada sus dedos con los del pálido.

— Hoseok...

— Yoongi... — repitió de la misma forma el omega mientras empezaba a balancearse de un lado a otro — Solamente iré a la casa del viejo roñoso ese; y también entregaré cartas y compraré algunas cosas para estas personas. — dijo mientras daba una rápida mirada alrededor suyo; los sirvientes empezaban a acercarse con una que otra cosa en las manos.

— No eres el mensajero. — se quejó el alfa.

— No lo soy, pero soy la única persona con la que éstas personas cuentan para tener un poco de contacto con sus familias en este momento. ¿Entiendes?

Min Yoongi rodó los ojos, soltando bruscamente las manos del omega. Jung Hoseok chasqueó la lengua mientras negaba frustrado, giró su rostro mientras miraba al pequeño grupo de personas que le miraban expectantes.

— ¿Qué están esperando? Acérquense de una vez antes que me arrepienta. — dijo el pelirrojo.

Un joven chico fue el primero en acercarse — Y-Yo, bueno... ¿usted p-podria entregarle esto a mi madre...? Lamento molestarlo pero... ella necesita este dinero... — murmuró mientras extendia un sobre cerrado hacia el pelirrojo.

— ¿Donde vive tu madre?

Min Yoongi suspiró. Esas personas solamente querían ayudar a sus familias en lo que podían, muchos de ellos aún no tendrían su día libre hasta en dos o tres semanas. Le agradaba ver que su amigo, a pesar de todo, aún conservaba un poco de empatía.

Las personas poco a poco se acercaban al omega, mientras que el rey observaba todo desde una distancia prudente. Miró a su alrededor, observando a unos sirvientes que traían un par de caballos hacia ellos. Observó como su amigo terminaba de recoger los últimos sobres que llevaría y se dirigía hacia su caballo.

— Hola, Dal. — susurró el pelirrojo mientras acariciaba el lomo del caballo de color castaño. — Vamos a ver al viejo roñoso ese ¿si? A ver si hoy le das una patada al imbécil de su sirviente ¿qué dices? — y como si el animal entendiera, soltó un relincho que hizo reír a su dueño.

El omega suspiró — Me voy ahora ¿si? Intenta no matar a nadie mientras no estoy. — dijo divertido.

Yoongi negó mientras veia a su amigo guardar las cosas que los sirvientes le habían dado en una bolsa — ¿Cómo sabrás de quien es cada cosa?