❝REMEMBER❞ [Yoonmin]

T r e i n t a y o c h o

"Frente a mis ojos cubiertos todo se llena de sangre."

El omega de aroma a vainilla y limón sonreía mientras terminaba de cambiar su pequeño hijo. El bebé movía sus manitas alegremente mientras que sentía las manos de su madre jugar con sus piecitos.

— Seokjoon precioso — dijo Seokjin antes de dejar un beso en la frente del pequeño.

El menor empezó a reir cuando la nariz de su madre se enterró en su pancita, haciéndole cosquillas.

Kim Seokjin empezó a reir al escuchar a su hijo hacerlo. Lo tomó en brazos y empezó a mecerlo con suavidad. Ya era de noche y debía dormir al pequeño para luego poder ir a dar una última ronda a palacio.

— Duerme, mi amor... — susurró sin dejar de mecer al bebé — sh... sh... duerme, pequeño...

Pasaron tan solo un par de minutos para que el cachorro finalmente cerrara sus ojos. El omega suspiró y le dejó en su cuna con cuidado. Acarició su cabeza con cariño, asegurándose que el pequeño no pudiera hacerse daño si se movía mientras dormía.

La puerta fue tocada con suavidad, Seokjin se giró sobre sus talones y luego se acercó hasta ella para abrirla lentamente. — ¿Sucede algo? — preguntó el omega.

— Seokjin oppa, venía a decirle que Namjoon oppa le estaba buscando. Me pidió que le dijera que él le esperaba en su oficina.

— Gracias, Hyesung. Iré en un momento.

La chica asintió, hizo una reverencia y luego se retiró de allí tranquilamente. Seokjin suspiró y se dirigió hasta la cuna de su hijo, asegurandose de que estuviese dormido. — Volveré en un momento, mi amor. Tu papá me está buscando.

El omega tomó una lámpara de mano hecha de metal; aprovechando que ésta aún estaba prendida. Una vez la tuvo en sus manos salió de su habitación, asignada en palacio, a pasos rápidos.

En el camino se cruzó con varias caras conocidas, que le sonrieron con amabilidad y respeto. No detuvo su andar hasta llegar a la oficina de su esposo. Tocó la puerta dos veces, entrando cuando escuchó a su alfa responder un: "Adelante".

Kim Namjoon se encontraba sentado frente a aquella mesa repleta de papeles. Seokjin rodó los ojos mientras crtaba la puerta tras si. — Pero que desorden... — susurró.

El alfa alzó la mirada y sonrió levemente — ¿Tú crees?

El omega asintió, se acercó hasta su alfa y dejó un beso en los labios de éste. — Si... Seokjoon está dormido, lo dejé en su cuna. — dijo sabiendo que el alfa le preguntaría por su pequeño.

Namjoon sonrió palmeando sus piernas. El mayor sonrió y se sentó sobre las piernas de su esposo, quien posó uno de sus brazos al rededor de la cintura del omega.