Simplemente tu [Dramione]

🦁 NOVENTA Y SEIS 🐍

Narra Draco

— La decisión a sido tomada, tras la acusación de Lucius Malfoy por encubrir al señor tenebroso, ser su aliado, por traicionar al mundo mágico, poner en riesgo la vida de su familia y otras dos más, por tener el poder en objetos malditos y tratar de escapar la tarde de la batalla de Hogwarts, ha sido condenado a terminar el resto de su vida tras las rejas de la prisión de Azkaban, sin recibir visitas, al menos no en cinco años, lo demás dependerá del comportamiento del presente — Kingsley me miró y apretó los labios — Les daré un par de minutos, por si quieren hablar con él antes de que sea trasladado. 

Kingsley se puso de pie y salió de la sala, Hermione apretaba mi mano con fuerza, la miré, no sé que clase de expresión le di, pero inmediatamente me abrazó, con los ojos nublados, noté como la gente del ministerio se puso poco a poco de pie y mucha comenzó a retirarse, hasta que quedamos únicamente los Nott, Pansy, Harry, Any, mamá y yo.

— Draco — Llamó mi madre, Hermione me soltó, besó mi mejilla y me giré a ella, sus ojos hinchados gritaban que había estado llorando — ¿Quieres ir a hablar con él? — Hermione se separó de mi y me besó la frente para hacerse a un lado, mi madre me tendió su mano, dudé un poco sobre tomarla, pero acepté.

Algunos aurores trasladaron a mi padre a una habitación que estaba a unos pasos de nosotros cruzando un pasillo, supongo que para darnos privacidad, mi madre me miró.

— ¿Quieres entrar tu primero? —  Negué.

— Entra tú, se acabará el tiempo y yo... No tengo mucho que decirle.

Mi madre asintió y sin decir nada más entró a aquella sala, suspiré, ¿Cómo habíamos llegado a todo esto? ¿Cuándo mis tardes de ajedrez mágico en el jardín se convirtieron en tardes de soledad en la mansión? Cuando entre a Hogwarts todo cambió, mi padre se volvió más insensible conmigo y solo quería que me pareciera a Potter, para que todos hablaran de mi... 

Sentía que el tiempo no avanzaba, me recargué en la pared esperando a que mi madre saliera de ahí, ¿Me dolía ver esto? Absolutamente, si bien mi padre no era el hombre más cariñoso en público, siempre lo vi sonriente en casa en los brazos de mi madre, hasta que esto comenzó, sabía que ahora los problemas eran más constantes, pero, ¿Qué podía hacer? No estaba en mis manos.

Mamá salió unos segundos después con lágrimas en sus mejillas, me vio y se las limpió, me acerqué a ella.

— Déjalas correr, no tienes que aparentar ser fuerte conmigo, se que esto es difícil, así que, no te guardes nada, ¿Si? — Con los ojos enrojecidos mamá asintió.

— Él te espera...

Asentí y antes de girar la perilla, suspiré.

Al entrar, noté lo pequeña que era la sala, en el recorrido por la habitación, encontré la mirada gélida de mi padre.

—  Hasta que te dignaste en pasar —  Me miró inexpresivamente — Ahora, por que no te sientas y me dices,  ¿Por qué no dijiste nada a mi favor?

— ¿Porqué tendría que haber hecho eso?  Casi morimos por tú culpa — Sentí como mis ojos comenzaban a ponerse vidriosos, él lo notó.

—  Olvidaba que ya eres una marica —  Rodó los ojos —  Esa Nott te está perjudicando. 

— El hecho de que no seas capaz de demostrar tus sentimientos con los seres que amas no te vuelve más hombre —  Me detuve a mirarlo —  Te hace más cobarde, los sentimientos no son de maricas, son de seres humanos.

— Como te atreves a...

—  El hecho de que no tengas la valentía de decir y expresar lo que sientes, no te da derecho de juzgarme, o llamarme marica, por que soy muy feliz compartiendo lo que siento —  Lo interrumpí.