Simplemente tu [Dramione]

🦁 SETENTA Y CUATRO 🐍

Narra Hermione

Miré incrédula a Draco, ¿Estaba hablando en serio? Dolores Umbridge no es una mujer que use bromas, al menos, no en Hogwarts, sabía que era la brigada, nos invito personalmente a formar parte de ella, quiere tener a Slytherin de su lado, y por lo que acabo de escuchar, lo esta logrando.

— No es lo que parece Herms.

— Dolores Umbridge me acaba de decir que te uniste a su brigada, es lo que parece.

— Si pero... — suspiró — en verdad, no es lo que parece.

— Draco, se que jamás te agradó Harry, pero no era motivo para ponerte en nuestra contra.

— ¿Nuestra contra? ¿De qué hablas?

— Sabías de la contra que esa profesora me provoca, a todos, no nos enseña nada de defensa.

— Herms, nosotros ya sabemos defendernos, te recuerdo que papá nos dio muchas clases, incluyendo a Pansy, hasta Daphne tuvo clases con nosotros.

— Nosotros sabemos Draco, pero, ¿y ellos? nadie más estuvo con entrenamientos como nosotros, Harry por experiencia propia es como sabe.

— Sabes tú, sabe Pansy, para mi eso es lo importante.

— Para mi no. 

Me giré, estaba completamente molesta, todos necesitamos estos conocimientos, Voldemort esta de vuelta, no tenemos idea de cuando ataque, Hogwarts no tendrá como defenderse, y todo es por que el ministerio quiso entrar en los planes de estudio. Estaba por caminar cuando Draco tomó mi muñeca.

— Déjame explicarte Hermione, no fue mi decisión.

— Estas equivocado, si es tú decisión Draco.

— No, sabes que no lo es siempre, tú más que nadie conoce los límites de mi padre.

— Tu padre cambió Draco, el ya no te controla. — Draco bajo la mirada. — ¿Cierto?

— Sabemos que no es así Herms, sabes que odia que los Malfoy no estén por lo alto.

— No, no lo sabía, me dijiste que cambio contigo, que ya no te daba ordenes, ¿Qué pasó?

— Así fue por meses Herms... Pero... — cerró sus ojos, apretándolos. — No podemos hablar aquí... No puedo hablar de esto...

— Draco, estoy aquí, yo puedo ayudarte. — me acerqué a el, acariciando su mejilla.

— Confió en ti Hermione, eres la persona en quien más confío, lo sabes.. pero... Hogwarts tiene oídos por doquier, no puedo hablar de esto, no se puede hablar de todo en los pasillos.

— Comprendo si no quieres hablar de eso Draco, pero tienes que saber, que no estás solo, y que yo puedo ayudarte, lo que te dije cuando comenzamos a hablar sigue en pie, no tienes que enfrentar todo solo. — me abracé a el. Draco Malfoy, mi adorable novio, el Slytherin más conocido y guapo para ser franca, solitario y frío, callado y apartado, Draco Malfoy jamás hablaba si no era necesario, jamás se reía si no era por burla para alguien más, no podías sostener la mirada al tener un trabajo con el, hasta que llegué yo. Draco Malfoy se comportó diferente desde entonces, no con todos, claro, pero se le ve más feliz desde entonces.

Sonreí.

Mi relación es perfectamente imperfecta, estaba basada en respeto e igualdad, pero sobre todo en cariño, si mi yo de 11 años viera que su enemigo, Draco Malfoy, el chico que la llamaba Sangre Sucia es su novio y una de las personas que más quiere y admira en el mundo, diría que está completamente loca, que la hechizaron y que jamás saldría con el.