🦁 SETENTA Y CINCO 🐍

690 36 22
                                    

Narra Narcissa

Antes de llegar a la puerta, Lucius se detuvo, se giró y me hizo una seña, caminé hasta alcanzarlo, lo miré fría, las grandes puertas se abrieron al reconocer el hechizo que hicimos con nuestra varita.

— Todo se queda entre nosotros. — Lucius me tomó por la muñeca, la apretaba con fuerza.

— No. — Fruncí el seño. — Suelta mi mano, me estás lastimando. — El miró mi muñeca y asustado la soltó, ¿Es buena idea quedarme a su lado? Por supuesto que no, hablaré con Alan y Emilie, ellos deben conocer todo esto y ver qué medidas podemos tomar con Draco y Hermione, sólo espero que no afecte todo esto en su relación.
Entramos en silencio a la propiedad, nos esperaba un camino un poco largo para llegar a la puerta.

— Narcissa... Puedo explicarlo.

— Explicar ¿Qué? Lucius. Explicar ¿por qué nuestro hijo no puede vivir tranquilo y estar con su novia por qué trabajas con un estúpido señor calvo que quiere secuestrarla? Explicar ¿Por qué nos tratas como si fuéramos tus discípulos? Explicar ¿Por qué tus amigos tienen que esconderse en su propia casa por qué tú fallaste en un trabajo en el cuál ni siquiera deberías haber entrado? O explicar  ¿Cuándo dejaste que tú imprudencia terminara con nuestro matrimonio? Por qué déjame decirte Lucius, yo no quiero seguir con esto.

El me miró incrédulo, ¿pensó que no diría nada? Mi hijo y su novia merecen estar tranquilos, la vida de Draco siempre fue tan apagada, tan solitaria, a pesar de tener a Theo y a Pansy cerca, el nunca tuvo el valor de hablar de sus sentimientos, o de siquiera demostrarlos, por qué Lucius le dió siempre la idea de que eso lo hacían las niñas, esto pasó hasta que encontramos a Hermione, el cambió desde entonces y no permitiré que mi único hijo pierda algo de nuevo por el.

— Sólo... Nada, olvídalo, es completamente imposible hablar contigo. — nos comenzábamos a a acercar a la puerta, el ofreció su mano, lo miré, con los ojos entrecerrados y negué, no volveré a caer.

Narra Draco

Nuestro camino a la torre de los prefectos se acababa, Hermione  y yo teníamos nuestras manos entrelazadas, no nos importaba lo que dijeran, pensaran, imaginaran, nos amábamos, y los comentarios estereotipando que un Slytherin y una Gryffindor no podían estar juntos, realmente nos pasaban por un oído y salían por el otro, no siempre fue así...

FlashBack

Nuestro cuarto año comenzaba, era la primera vez que entraríamos a Hogwarts siendo amigos, amigos cercanos. Ella estaba nerviosa, aunque Potter nos aseguró que Hermione siempre se comportó así, detrás de sus notas y perfección, había una chica extremadamente nerviosa, temerosa, y con ganas de aprender más.

Ella me miró y sonrió, hice un andén para que nos siguiera a nuestros lugares en el tren, sin embargo sus ojos se abrieron más y negó.

— Preferiría que no te vieran conmigo, eres Draco Malfoy, tienes una reputación que cuidar.

— ¿Yo? ¿Reputación?. — Asintió.

— Si, ¿Qué dirán cuando te vean con la sabelotodo de Hermione Gran...  Nott?. — Se corrigió.

— Realmente eso no me interesa. Te queremos por lo que eres Herms, y si los otros no pueden aceptar que tú estás con nosotros, no será nada más que envidia. Ven con nosotros, jamás te dejaré sola.

— Pero... Todos hablaran mal de ti...

— No me importa, si estoy contigo, en verdad no me importa.

— Puedo... ¿P-puedo tomar tú mano?

Sonreí.

— Claro que sí.

Simplemente tu [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora