Bad romance

Bienvenida

Mi nombre es Katherine, Katherine Stark. Tengo 22 años y hoy al fin regreso de mi internado de Londres para poder dirigirme a New York. He terminado mi carrera, y conseguí algunas maestrías desde que llegué aquí para estudiar. Anteriormente me encontraba en Irlanda haciendo la escuela y en cuanto me recibí para entrar a la universidad, como mi padre aún no me quería de regreso, conseguí una beca en un prestigioso internado en Londres.

Mi estadía no fue la mejor. Soy la nerd de todo el lugar, la que siempre está leyendo, jamás va a ninguna fiesta y apenas, con algunos amigos. Era completamente invisible, solo sabían de mi cuando mi apellido era nombrado. Yo era completamente lo opuesto a lo que mi padre, Anthony Stark es.

-El siguiente diploma y reconocimiento es para la señorita, Katherine Stark-el profesor hablo por el micrófono-La mejor alumna que hemos podido tener en este campus. Una carrera y 3 maestrías, den un aplauso, por favor.-empezaron a aplaudir haciendo que me sonrojase.

Me levante tratando de no tropezar con la toga, acomode mi birrete bien para que tampoco se cayera y subí al escenario. Salude a los maestros recibiendo un folder con todos los diplomas que había conseguido y demás documentos. Baje entre murmullos de nuevo para tomar mi lugar.

Eso era lo incómodo, no estar a la altura de mi tan adorable padre. Mantuve mi cabeza viendo mis pies durante el resto de la ceremonia y en cuanto terminó, me aleje de la fiesta que se haría por al graduación. Me dirigí a la habitación, que gracias a Dios, por ser una Stark era para mi sola. Comencé a terminar de empacar todo lo que me hacía falta.

Una vez termine llame al piloto que ya estaba esperando en el aeropuerto y un auto llego por mi a los pocos minutos, el chofer me ayudó con el equipaje pesado que estaba en mi habitación aún. Deje las cosas de la habitación en la recepción y me despedí de la mujer de ahí, ella había sido muy amable durante mis años aquí. Una vez deje todo en orden, subí al auto en dirección a la pista.

-Hemos llegado, señorita Stark.-me quite los audífonos.

-Si, gracias.-baje con mi mochila en mano y subí al avión privado de la empresa familiar.

-Despegaremos en seguida, su tío dice que la esperará un auto en tierra una vez llegué.-sonreí tímidamente-Cualquier cosa que necesite, la azafata esta a su disposición.

-Muchas gracias, pero creo que haga falta.-sonreí nuevamente y acomode mis lentes.

El piloto volvió a su lugar y yo tomé mi asiento, coloqué el cinturón y mis auriculares. One direction empezó a sonar y para que mi tiempo en el aire no fuera aburrido, abrí mi libro para poder terminarlo. Había salido este libro hace un tiempo y posteriormente su película, pero últimamente la gente parecía te er una euforia muy grande con esta historia, sobre todo las personas de mi edad, así que había decidido comprarlo. "Bajo la misma estrella" una historia dramática, triste y romántica.

Me gustaba leer, sobre todo terror, misterio y sobre ciencia ficción. Pero admito que aveces me gustaban las novelas románticas, me gustaba imaginar cómo sería la primera vez que yo pudiera enamorarme de alguien. Pero en las mejores novelas de amor parecían una enorme tragedia, la chica estaba enferma, ellos no podían estar juntos, la mamá separaba a la chica del chico porque no tenía el mismo nivel socioeconómico. Bueno, no todas eran así.

Diario de una pasión era mi libro favorito. Realmente lo amaba, era la mejor historia de amor contada, para mi, claro, por el momento. El libro era simple con una historia bien redactada; Allie y Noah se conocieron de jóvenes y se enamoraron pero fueron separados por la madre de ella porque el chico era "pobre", varios años después se reencuentran, pero ella está comprometida. No todo esta perdido porque al verlo a él nuevamente siente el amor que siempre tuvo hacía él, hubieron unas dificultades pero se quedaron juntos. ¿Lo qué más me gusta? Todo es un relato escrito en el diario de ella. Ambos envejecen juntos, tuvieron hijos, nietos y toda una familia. Pero ella por la edad adquiere Alzheimer y él siempre trata de leerle su diario para recordarle su historia de amor, hasta que ambos mueren en aquel hospicio.