Recompensa

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Han sido días ajetreados. No es que sea exagerada, pero suelo ser muy buena en lo que hago, lo único en lo que soy buena, el punto es que, me han hecho impartir cursos a personas que apenas están desarrollándose en este campo, no es que yo tenga una extensa experiencia laboral, solo que se me ha hecho fácil hacer todo. Me pagaran más por los cursos y eso me permitirá no necesitar para nada a Tony.

Sinceramente podría usar sus tarjetas, sería ilegal y deshonesto, pero se como hackear sus cuentas. En mi defensa, en la universidad no tenía más amigos que Ángela y en vacaciones me quedaba a estudiar lo que fuera, así que aproveche para aprender todo lo que pudiera.

-Bien, entonces al hacer toda esta ecuación nos daría como resultado-apuntó en el pizarron de vidrio, giro y un joven de probablemente mi edad levanta la mano.

-Nos daría como resultado...-parece analizarlo- exactamente lo que predijo.

-Si-coloqué la respuesta y todos asintieron-Esa sería la fórmula. Es la forma más fácil, la descubrí y prefiero que lo aprendan así que de una forma más larga y aburrida. Después pasaremos esto a físico, ¿a qué me refiero? Volveremos esto real, aunque ya lo es, solo necesito que ustedes logren hacerlo.

Todos toman nota de algunas cosas más y tenía un mensaje, tenía que estar en 10 minutos con el encargado de laboratorio, necesitaba ayuda con algunas cosas y como soy de ayuda para todos, tengo que ir. Ese es el costo de vivir decentemente. Alguna vez un maestro dijo que con mi inteligencia y si explotara mi belleza, podría tener el mundo en mis manos o a mis pies, dependía como lo quisiera ver. Fue un comentario muy incómodo, innecesario si me lo preguntaban.

Fue largo, muy largo. Creo que después de tantos días trabajando intensamente en cada uno de los departamentos en los que me necesitaban me estaba agotando. Comencé a guardar mis cosas en mi bolsa, computador, algunos documentos que luego digitalizaría y algunas cosas más de trabajo. Menudo día me ha tocado, me dolían mis pies, la cabeza, sentía que mis hombros estaban tensos. Solo quiero mi cómoda cama, eso pido.

11:35 p.m. Nunca imaginé que sería un trabajo tan extenso, con mucha suerte tengo 2 hrs para comida, separadas, lo cual me ayuda un poco. Salí de mi oficina cerrando todo debidamente y tome el ascensor. Al llegar al estacionamiento podía sentir pesadez en mi cuerpo, como esa sensación de ser perseguido o observado. Dios, si estás ahí, apiádate de mi pequeño ser.

-Muy tarde para que estes sola-su voz melodiosa me hizo saber quien era-Pudiste responder alguno de los mensajes que te deje.

-Pude pero no quise-me gire para verla.

Ella era infernal. Estaba molesta por ella pero ahora estaba aceptando que si, no era muy heterosexual sentir atracción hacia ella. Llevaba unos pantalones negros completamente pegados a sus piernas tonificadas, una blusa de algún color oscuro y una chamarra verde militar. Unas botas negras que pegaban con todo el look que ella llevaba. Se veía tan bien.

-¿Por qué la forma tan brusca de tu contestación? -gire los ojos, era una idiota-No hagas eso, joder.-se acercó peligrosamente a mi y retrocedí por instinto hasta que mi cuerpo golpeó con una camioneta-¿Estas molesta?

-No, no creerías lo alegre que me puso el que me llevarás a un bar para que pudieras comerte a la primera chica que se te atravesara y olvidarme-Bien, no se que se apoderó de mi pero dijo prácticamente lo que jamás diría- ¿qué quieres?-Si, bueno. Ella me matará en cualquier momento.

-¿Estas celosa acaso?-una sonrisa santurrona y realmente linda se hace en sus labios-Bien, no me disculpare porque yo jamás pido disculpas, pero puedo compensarlo-su rostro se acercó al mío y tomó mi mentón con una mano-Esta vez prometo ser toda tuya.

Bad romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora