Falsos

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Me detuve al ver a Natasha hablando con Rhodey. Maldita sea la vida, mi suerte, el mundo. Maldita seas, Natasha Romanoff.

-Hey, ya estas aquí.

Bruce y su maldita imprudencia. Todos giraron a verme. Sophia se escondió instintivamente detrás de mi. Natasha clavo sus ojos en mi, me inspeccionaba de arriba a abajo, como si fuera alguien que jamas hubiera visto. Debia admitir que se veía increíble, su cabello seguir en ese corte de la ultima vez y en aquel rubio platinado. Senti una oleada de emociones, pero la rabia era la mas visible, seguía odiándola. Sus ojos callaron en la sombra escondida detrás de mi.

-Mami, son muchas personas raras. No me guta el país.- Su acento britanico era aun mas notorio cuando tenia miedo o cuando se enojaba-Quiero ilme.

-Ya, cariño. Te prometo que nos iremos pronto a casa.-gire y me puse de rodillas-Es cuestion de hacer unos estudios y prometo nos iremos mañana.

-Me ven raro, no me guta.-gire y todos estaban viéndola con sorpresa-El hombe rojo me da miedo, es marciano.

-Ella es lista.-susurro Sam.-Que gusto verte, Katherine.

-Quisiera poder decir lo mismo de alguno de ustedes.-Sophia se acurruco en mi pecho-¿Podemos hacer esto rápido, Bruce? Tengo una hija que atender.

-Volviste.-era lo unico que escuche salir de los labios de la rusa.

-Esto es incomodo. Muy incomodo.-susurro Sam a Wanda. era pelirroja ahora.

-KATHERINE.-Pietro salio de la nada-Volviste, llamitas.

-Lamentablemente no es una copia mía.

-Vaya, eres una amargada ahora.

-Y tu sigues siendo inútil. Hay personas que no pueden cambiar.

-Ouch, agresiva.-movio la trenza de Sophia recibiendo un manotazo de ella.-Es hereditario.

-Señol feo, suelta mi cabello.-se quejo frunciendo el ceño-Lubio falso.-eso causo la risa de todos, menos de Natasha.

-Espero que el papá de esta criatura tenga mucha paciencia para aguantarte a ti y a ella. Necesitara suerte.

-Suelte necesitarías tu. Mami te rompera la cara si sigues molestando.-saco su lengua. Estaba realmente molesta, su acento se intencifico.

-Tu madre no podria tan siquiera alcansarme.

-Si sigues molestando a mi hija, me asegurare de meter un quinjet por tu trasero. -Sophia, vamos. Aveces las cosas malas de los países se pegan.-sonrió dándome la razón.

-No gustan los rubios falsos, mami.-trate de no reír.

-Natasha, la hija de tu ex ya te odia por ser rubia falsa.-mire a Sam molesta.-ire a ver cómo están los quinjets, creo que necesitan una checadita. -salió rápidamente.

-Mami, ¿Natasha es una rubia falsa?-sus ojos veían curiosa a aquella mujer.

-Toda ella es falsa, amor. Vamos a hacer mis estudios.-comencé a alejarme y ella seguía viendo a la mencionada.

-¿Ella es la Natasha de tus sueños?-susurro.-es bonita, aunque sea falsa.

-¿Por qué tenías que ser tan curiosa?-rio levemente.

-Porque así nací. ¿Puedo pleguntal algo?

-Lo que desees.

-¿Papá no está porque soy muy molesta? El hombre de allá dijo eso.

-El hombre de allá es un pájaro imbecil.-entrecerró los ojos.

-No digas malas palabras.

-No tengo culpa, lo es. Pero cielo.-La senté en una mesa y me incliné-En su momento sabrás, pero por ahora, yo soy lo único que necesitas, lo que tenemos. Soy tu mami y tú mi hija.

Bad romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora