Viaje

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-Katy, es mucho tempano.-ella iba frotándose sus ojitos-Mañana.

-No, Soph, tenemos que ir ahorita. Anda, no seas perezosa.-terminé de subir las dos maletas-Andando, que nos dejara el avión.

-No gustan aviones.

-Si, a mi no mucho. Andando.

La subí a su silla de niños asegurándola, le di el pequeño peluche de Sullivan, tiene una pequeña obsesión con él. Y a pesar de que esta semana solo he ido al trabajo a supervisar con ella y luego regresábamos, era más pesado. Un niño es demasiado dependiente de uno, es intenso.

Empecé a conducir y a petición de las veces que salía con Soph, tenía que terminar poniendo Taylor Swift, ella resultó una gran fan de ella en cuanto la escuchó en la radio. Yo sabía sus canciones ya que anteriormente amaba escucharlas, pero ahora solo escuchaba música clásica, si bien escuchaba algo.

-Enana-comencé a moverla-Enana, despierta, no hagas esto. Creerán que te secuestro si vas dormida.

-Shhh, no secuestas.-rode los ojos, ella era complicada-Grosela, no hagas eso.

-Pues andando. Vamos.

-Voy.-refunfuñó.-Mala.

La baje y tome nuestras maletas. Entramos al aeropuerto, Sophia tomaba mi mano de mala gana, yo arrastraba su maleta de rueditas que tenía el espacio y un chango como astronauta, mi maleta iba en mi hombro y mi bolsa de mano donde llevaba los implementos de Sophia.

¿Qué tan difícil era cuidar a una niña? Bueno, llevaba su leche en polvo especial para niños de su edad, antibióticos para sus alergias, sus snacks infantiles, pañales por si ocurría algún incidente, una muda de ropa, suéter porque era rebelde y siempre hacía lo que ella quería. Un juguete para que se distrajera, una tableta con juegos y videos infantiles, pastillas para las náuseas por si las sentía en el viaje. Y todo eso era solo lo que iba en la bolsa de mano.

-Katy.-agache la mirada-¿Qué es Nelyorl?-comencé a reír.

-New York es un estado de los Estados Unidos.

-Entonces ¿Vamos a un lugal con muchos estados pegados?-nadie advirtió sobre estos momentos.

-No, cielo. Así se llama el país a donde vamos.-ella asintió confiada, al fin entendió.

-Ya, Katy. Entendí.-aseguró-Y ahola...¿Qué es un país? ¿Queda muy lejos? ¿Por qué vamos ahí? ¿Está bonito? ¿Por qué tengo que il contigo? ¿Me comparas dulces? ¿Hay cosas bonitas? ¿Nos encontlaremos a alguien ahí? ¿Tu novio vive ahí? ¿Tienes novio?

-¿Por qué eres tan chismosa?-me queje subiendo al avión-Un país es un citio con muchas ciudades, hay muchos países en el mundo. La gente en cada país es diferente, con diferentes idiomas, culturas y todo.-asintió mientras tomábamos asiento en primera clase-Si lo vemos así, sí queda muy lejos. Volaremos algunas horas considerables. Para ti será una eternidad.

-Bien. ¿Lo demás? Contesta, rápido.-mandona.

-Iremos porque necesitan checar si estoy bien. Hacerme estudios y ya. Es lindo, muy ruidoso, pero es demasiado lindo y luminoso.-asintió emocionada-Vas conmigo porque tengo que llevarte, no puedes quedarte sola aquí.

-Eso tiene sentido.

-Lo tiene.-coloque su frazada en sus pequeñas piernas-Te compraré dulces, pero no muchos y si, ya te dije qué hay cosas bonitas.

-Faltan.-quejosa.

-Nos encontraremos a mi padre ahí. No vive allá ningún novio, porque no tengo novio. ¿Contenta?-sonrió pícaramente.

Bad romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora