Primera vez de ambas

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POV Nat

Ella me vio con ternura, jamás alguien había hecho algo igual. Se inclinó y acarició mi mejilla haciéndome cerrar los ojos al instante. ¿Así se siente el cariño? Abrí los ojos y ella me sonreía con dulzura.

-Yo jamás he hecho o me han hecho el amor-admitió apenada.

-Yo tampoco-ella entrecerró los ojos-sexo, pero jamás he hecho el amor con alguien, pequeña.

Era completamente cierto. Desde que me acosté con alguien por primera vez, era para beneficio mío o por alguna misión. Jamás hice el amor, en todos los años de mi vida. Trataba de hacer lo mejor posible para que Katherine se sintiera cómoda conmigo, que fuera suave y lindo para ella.

-Entonces, señorita Romanoff-ella movió sus caderas levemente haciéndome gruñir-Esta será la primera vez de ambas.

Tenía que admitir que esas palabras saliendo de ella, viéndome de forma lasciva y tierna, sus senos a mi entera disposición y con su sexo pegado al mío, era sin duda alguna. Lo mejor que me haya pasado en mi vida.

-Mierda, nena-sus movimientos eran un poco descuidados-Ven, sigue los movimientos que mis manos te guiarán.

Ella asintió y empecé a tomar el control que ella rápidamente aprendió. Deje de ayudarle y ella se movía de una forma tan jodidamente sexy. Jamás pensé que ella fuera demasiado erotica. Se inclinó y me dio un corto beso en los labios mientras ambas gemíamos, tomó un seno estrujandolo en su mano, sus movimientos se hicieron más rápidos y pronto me sentí venirme por completo ante ella y su forma tan malditamente bien de hacerme el amor.

-Eres increíble-susurre en cuanto ella se desplomó en mi-Jamás me había sentido así.

-No tienes que mentir.-odiaba sus inseguridades.

-Hey-tome su mentón y ella me vio como niña pequeña-Te prometo que me haces sentir como jamás me había sentido, incluso...me diste el mejor orgasmo de todos.

-Ni siquiera se como hacerlo-reí dejando un beso en su mejilla.

-Aprendes rápido-reímos- Pequeña, haremos con lo que tú te sientas cómoda en hacer, ¿bien?-se escondió en mi cuello.

-Hay muchas allá fuera que son mejor que yo. Tienen más experiencia y más hermosas.-negué y acaricié su espalda.

-Nunca conocí a alguien tan hermosa como tú-esparcía besos por su cabello-Nena, eres perfecta en cada milímetro tuyo. Nadie allá fuera te compara en nada.

Si, estaba siendo demasiado cursi, una antigua yo vomitaría con tanta car variedad que está saliendo de mi boca, pero estaba segura. No estaba mintiendo en nada de lo que le decía y al parecer, le daba un poco más de seguridad que yo fuese honesta con ella.

-¿Quieres tomar un baño?-ella se separó asintiendo-Vamos.

La vi sentarse y sus piernas temblaron, tengo que admitir que las mías igual. Tome su mano apreciando su piel perfecta y desnuda. Nos dirigimos a su baño y la deje pasar, estaba sonrojada y trataba de cubrirse, me provocaba gracia. Me metí debajo del chorro de agua y ella me veía trozo a trozo toda.

-Anda, que me puedes ver desnuda otras veces-ella se sonrojó aún más.

La abrace y bese suavemente, le ayude con su cabello y hizo lo mismo. Continuamos así por un rato, entre besos y risas en la ducha. Salimos y le ayude a secarse, me presto una pijama, de lo cual solo coloqué la camisa, ella se veía tan tierna en un pijama celeste con blanco.

-¿Por qué me ves tanto?-la atraje a mi.

-Porque eres digna de admirar-rodeo mi cuello-Eres lo más hermoso qué hay en el mundo.

Bad romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora