Prueba

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Eran las 6:30 de la mañana y no había podido dormir nada toda la noche. Harry, ese era el nombre del pequeño que no me había dejado sola en toda la noche que estuve llorando. Agradecí tener fórmula para niños en la habitación para darle cuando despertara. Había acompañado mi tristeza hasta las 2 a.m. y ahora estaba profundamente dormido.

Me metí a la ducha a darme un baño relajante en lo que Sophia despertaba. Me tome el tiempo de hacer masajes en mi cabeza mientras colocaba el shampoo pero esto solo hizo que comenzara a llorar nuevamente. Me sentía patética, culpable y malditamente ahogada en mi propia tristeza.

No me hacía bien estos niveles de estrés, Cho lo mencionó junto al doctor River. Mientras más estrés o mayor uso de poderes haga, se hará más difícil la posibilidad de un embarazo en mi hostil utero...¿algo podía estar bien en mi? Siempre era yo el problema, siempre lo fui y...

Unos toques en el cristal me hicieron saltar del susto y salir de mi trance mental de culpabilidad. Natasha estaba del otro lado con la cabeza agachada y lágrimas recorriendo su rostro.

-Véte-susurre cubriendo mi cuerpo tontamente.

-No puedo...no puedo estar sin ti. Intente irme y dejarte aquí para que estuvieras libre de mi pero no puedo, no quiero.-entro cerrado la puerta de vidrio detrás suyo, su mirada en el piso para no incomodarme-Soy una completa idiota y...no merezco alguien como tú.

-Natalia...

-Solo quiero amarte y ni eso lo hago bien.

De pronto se abrazó a mi cuerpo haciendo que ambas quedáramos debajo del chorro de agua. Comenzó a llorar notablemente más debido a su cuerpo dando pequeños espasmos y los sollozos provenientes de ella, su camisa de dormir quedó empapado por completo y su cabeza más se escondía en mi cuello.

-Por favor...no dejes de amarme.

Mi postura rígida se ablandó envolviéndola en mis brazos con fuerza, queriéndola pegar más a mi si eso era posible. ¿Esto era realmente el amor con ella? ¿Por qué puedo estar en el cielo y luego sentirme en el infierno? Comencé a llorar nuevamente sintiéndome al fin en el lugar correcto en donde pudiera derrumbarme al fin.

-No, no... No quiero que me lastimes, ya no más, por favor. Yo estoy haciendo todo esto por ti y lo lamento si no fue la mejor decisión solo...no merezco que me hables de esa forma. Jamás quise usarte.-la falta de aire comenzó a hacerse evidente en mis pulmones-Si no es lo que querías, comprenderé.

-Cielo, hey. Mírame a los ojos-tomo mi rostro obligándome a ver sus orbes verdes-Respira conmigo, ¿si? Imita mi respiración, inhala y exhala.-seguí sus instrucciones mientras las caricias en mi espalda me distraían del ataque de pánico que se aproximaba-Tú eres lo que yo quiero para toda mi vida, siempre será de esa forma. Fui una idiota y no supe reaccionar, lo lamento.

-Tú no quieres un bebé ahora...

-Lo quiero, si lo quiero. Katherine, no fue por ti que me puse de esa forma, no eres tú...me desquite contigo del miedo a la idea de tener niños siendo dañados por ahí en el mundo, solo por tener mi ADN en mi sistema. Lo lamento, jamás debí hacer algo como lo que hice y no tienes idea de lo arrepentida que estoy de eso.

-Me heriste.

-Lo sé...

-No quiero que me lastimes.

-No pasará de nuevo.-aseguró limpiando mis lágrimas-Yelena me ha dicho que te prometió alejarte de mi si yo te hacía daño...Es difícil lo que diré, porque de solo imaginarlo me arde el corazón.-tomo una respiración y pude ver su mandíbula tensarse-Si yo hiciera algo igual alguna vez, tan siquiera algo pequeño que te lastime...yo misma te dejare el camino libre para que puedas irte y no seguir aguantando mi caos.

Bad romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora