Día uno con Natasha lejos y era increíble como me hacía falta su presencia hasta para desayunar. Irónico, ¿no? Hace meses atrás aunque su recuerdo me torturaba, podía llevar una vida bien sin ella, ahora la necesitaba hasta para dormir cómodamente.
"Te extraño"
Teclee rápidamente volviendo a mi comida. Sophia veía caricaturas en la televisión, sentada en el sillón a un lado. Movía sus pies en el aire y llevaba puesto en sus muñecas los paralizadores que Yelena y Kate se dedicaron a hacer, de mejor manera, para Sophi. Llevaba un par de trenzas que al igual que lo antes mencionado, su tía le hizo. El torbellino de una luz escarlata me hizo salir de mi mente.
-¿Qué esperas para arreglarte?
-¿Qué?
-Kate, tenemos que ir a probar los pasteles. ¿Qué esperas?-me encogí de hombros-Eres todo un lío cuando te lo propones, pero debía ofrecerme yo para hacer estas cosas. ¿Qué necesidad tenia yo? Ninguna, por supuesto. Claro, Pietro diciendo cada milisegundo "Wanda, debes de convivir más con las personas" ahora lidio con la depresión de Katherine.-su acento se remarcó con cada palabra que daba-Mueve el trasero de ahí, Stark.
-Vuelve a decirle a mami que mueva su trasero y haré que el tuyo explote, bujita.-mi hija amenazo aún con la vista en el televisor.
-Como negar qué hay una Romanoff aún en el cuartel.-murmuro-¿Quieres posponerlo?
-No, iré enseguida a cambiarme.
-Yo lo arregló.-y en un movimiento de manos yo estaba cambiada-Perfecto. Hora de irnos, mini Romanoff.
Mi hija saltó del sillón y corrió junto con Wanda hacia el auto, yo solo arrastraba los pies hacia ellas. Últimamente me fatigaba demasiado.
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Día tres sin ella y aún me costaba dormir por las noches. Mantenerme ocupada en buscar escuela para Sophia me alejaba del pensamiento de mi mujer lejos. La compañía de Yelena, Melina y Kate me hicieron mucho bien.
-¡Katherine Stark Johnson!-cerré mis ojos fuertemente como si esto me desapareciera-¿Dónde estas?
Había descubierto muchas cosas a partir de la falta de Natasha. Una: detesto tender la cama y por eso ella lo hacía siempre, dos:desde que se fue me siento como cuando la conocí, temerosa, tímida y algo desatinada, pienso en ella y lo único qué pasa son sonrojos y revoloteos, tres:la necesito para escapar de mi madre, su madre y Pepper, y cuatro:¿cómo hace el batido y el café de las mañanas? He intentado todo y simplemente no me quedan tal y como a ella.
-Aquí estas. Tu padre está esperando por nosotras abajo. Sophia ya está en la camioneta junto a él, Melina, Yelena, Kate y las demás están ya en el lugar. Vamos.
-Quiero a Natasha aquí.-murmuro abrazadome de mis piernas-No quiero ir por ningún vestido si ella no está aquí.
-Cielo, ella vendrá pronto, lo prometo.-escondí mi rostro en el hueco de mis piernas, ella suspiro y la cama se hundió un poco-¿quieres marcarle?
-Lo intente, me respondió. "Tú puedes con eso, eres una chica fuerte. Te amo y te veré pronto" Ella me dijo que vendría si la necesitaba y no está aquí.-unas lágrimas cayeron mojando mis piernas.-quiero que esté aquí.
-Kathe, esto es algo más simple. Te prometo que si estuvieras en peligro o Sophia, ella haría lo posible por aparecer aquí en menos de un segundo. No puedes no ir por un vestido, esa mujer está lista para casarse contigo.
-La quiero aquí. Ahora.
-Katherine Stark, no has echo una escena de estas ninguna vez después de nacer. ¿Qué pasa contigo?-levante un poco el rostro, coloqué el gorro del suéter y ella suspiro de nuevo-Algo te sucede y tendrás que decirlo.
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Bad romance
Teen FictionSer la hija de Tony Stark no es como todos creen. Una historia de ¿amor? Desde dos puntos completamente distintos.