-Ángela, no se como demonios ir, no se que vestir para la ocasión. Siento que en cualquier momento estallare-su risa era intensa desde el otro lado de la pantalla-Ángela, por favor. No te burles mas de mi.
En cuanto llegue a mi departamento me dispuse a acomodar todo de la manera mas rápida jamas antes vista. Al terminar comencé una llamada por skype con mi mejor amiga, ella realmente no paraba de reír conmigo, bueno. De mi. Insistió en decir que tenia que ir realmente sexy, ni siquiera tengo de ese tipo de ropa, ¿que clase de persona seria si tuviera ropa así?-Una persona normal- susurro mi inconsciente. Me deje caer en la cama rendida, no iría.
-No ire, esto es frustrante, ¿ok? me quedare en casa comiendo yogurt-ella continuo riendo-yo. Esto e denigrante para mi pequeño ser.
-Tengo una idea-su voz cambio, tenia un plan-¿recuerdas aquel vestido azul marino que olvide entre tus cosas?-Negue tratando de recordar-El que tiene un escote en los pechos, el cual no me puse porque no tengo los suficientes atributos para llenar de esa zona-creo que lo recordaba-Usalo, usa ese vestido. Yo jamas lo llenare, en cambio tú si. -negué repetidas veces-es un buen vestido.
-No usare eso. Dios, para ese caso dime que vaya desnuda-la vi rodar los ojos y hacer su mejor esfuerzo en no reírse de mi.
-Bueno, si es lo que pienso. Ella te dejará desnuda-sentí mis mejillas arder agresivamente y mi estómago se contrajo.-Vamos, no puedes ser tan anticuada, ¿qué hay de malo si sientes atracción por ella?
-La sociedad, que ella da miedo a morir, que es amiga y compañera de trabajo de mi padre, que trabaja salvando al mundo de cosas ridículamente peligrosas-ella asentía a cada cosa que decía -que jamás he estado con alguien, que es mujer y a mi jamás me han gustado las mujeres. No soy de ese tipo.
-¿Qué tipo?-su tono cambio a uno rudo-Bien, Kathe. Puedes dejar tu trasero ahí repitiendo todas y cada una de las cosas que has enumerado antes, repasar las cosas negativas.-suspiro y ella esta sería. Esta regañándome-o puedes dejar de seguir las jodidas reglas que pone el mundo y que siempre te ha puesto tu padre. Eres joven, hermosa y demasiado inteligente. Arriésgate un poco por primera vez en tu vida.-trato de hablar pero me hace una seña y me detengo-No me lo digas, decide por ti misma. Haz lo que a ti te plazca, no lo que a los demás.-Colgó la videollamada.
Ouch, ella sabía a que puntos dar siempre, no con la intención de lastimar. Ella solo quería que fuera feliz, que eligiera los siguientes pasos en mi vida, que fuera feliz. Eso es lo que ella siempre me repite. Jamás ha conocido a mi padre en persona, pero ella siempre decía que era, en sus palabras, "un jodido imbecil" y bueno, yo no podía defenderlo.
Me levante en busca de aquel vestido que guarde en lo más profundo de mi pequeño, no tan pequeño armario. Tome la bolsa donde estaba guardo y lo saqué. Era hermoso, debo admitirlo, pero nada mi tipo. Era un vestido con eso que en los pechos en forma de T, demasiado para mi. Un corte algo decente, gracias a Dios no era tan corto y podría equilibrar las cosas, tenía mangas largas, pero la mitad de arriba de los brazos era transparente, toda la tela del vestido era tan suave y cómoda. Solo espero no parecer una idiota con esto.
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El baño me llevo más tiempo de lo que creía, claro, no quería salir de ahí para tomar valor. Sinceramente no estaba pensando en lo que Ángela me dijo, simplemente dejaba a mi cuerpo actuar, parecía tener vida propia.
Estaba secando mi cabello, sinceramente no soy de arreglarme mucho, pero haré un esfuerzo. Un poco de maquillaje para las pequeñas ojeras que se notan, un poco de rimer en las pestañas para elevarlas un poco más, peino un poco mis cejas medianamente gruesas, algo de rubor en mi rostro y un labial casi invisible. Apenas ponía mis labios un poco más rosados, sabía bien, fresas.
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Bad romance
Teen FictionSer la hija de Tony Stark no es como todos creen. Una historia de ¿amor? Desde dos puntos completamente distintos.