Vulnerable

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-Te dije que dejarla pilotear la cansaría. Ahora no hay quien la despierte.-rode los ojos-Admite, fue buena idea. Ahora me adora.

-Adora que hagas su voluntad.-abrí la puerta de mi casa dándole paso-Estoy cansada y solo quiero dormir, Sophia ha sido un torbellino más grande desde que te conoció.

-Bueno, soy increíble. No podías esperar menos. ¿Dónde depositó el paquete?

-No es un paquete. En su habitación, sígueme.-empezamos a subir las escaleras-Natasha, deja de verme el trasero.

-Es inevitable-dio un azote en el posicionándose a mi lado-Es muy lindo.

-Deja mi trasero en paz.

-Yo recuerdo muy bien que adorabas que le diera atención.-sentí mis mejillas ardes-Hasta me lo pedías.-abrí la puerta de la habitación evitando su mirada-No puedo creerlo. ¿Todo esto es de Sophia?

-Hay un cuarto de juegos a un lado.

-Tiene que ser un chiste.

-No lo es. En el patio de enfrente hay unos juegos también.

-La consientes demasiado.

-¿Y? Nadie lo hizo por años con ella y tampoco supe lo que es tener un buen padre. Solo la quiero ver feliz.-comencé a cambiar su ropa por pijama y la arropamos.

-Ella se ve feliz.-sus manos se adueñaron de mi cintura-Siempre has sido una persona increíble y ahora puedo constatar, eres una muy buena mamá.-me recline en su pecho-¿sabes? Aquella vez en el quinjet, cuando hiciste esa promesa me hice ilusiones por segunda vez en la vida. La primera fue de pequeña, pero bueno.

-¿Qué ilusión te hiciste?-ella comenzó a mover mi cadera junto a la de ella, en un leve baile.

-Una familia contigo lejos de la locura de todo eso. Solo tú y yo encontrando nuestra familia.-me giró quedando muy pegadas-Quiero que no sea una ilusión y hacerla realidad.

-Natasha...aún yo.-puso un dedo sobre mis labios callándome.

-Sabes que me amas tanto como yo a ti, no puedes mentirte y tampoco a mi.-suspiré-Sophia pedirá eso de cumpleaños y yo estoy enteramente a tus pies, Katherine Stark.

-Así que la gran rompe corazones indomable de Natasha Romanoff está a mi entera disposición. Que novedad-rio levemente-¿Por qué?

-Porque fuiste la única que amo sin esperar nada a cambio a este desastre de mujer. Me sacaste de ese hoy donde estaba entre alcohol y bueno, mujeres. Fuiste lo más real que tuve alguna vez.

-¿Solo por eso?

-Porque me hiciste conocer lo que es el amor.-sus ojos verdes confirmaban que ella hablaba con la verdad.-¿Tú recámara?

-Al fondo a la izquierda.

Tomo mis piernas levantándome en forma princesa. Cerró con precaución la puerta y al adentrarse a mi recámara me colocó de pie frente a mi cama. La miré curiosa y ella dejó un beso en mi frente.

-Yo jamás te fallaré, dejare o lastimare. Eres lo que quiero por el resto de mis días. Estuve dos años sufriendo por lo que te hice y con eso tuve más que suficiente para saber que no te quiero más tiempo alejada de mi.-unas pequeñas lagrimas cayeron por mis mejillas y ella sonrió-Soy enteramente tuya desde que fijaste tus ojos en mi.

-Natasha, para. Voy a llorar.

-Déjame terminar.-asentí- Aquel torbellino que está a unos cuantos metros es testigo real de que me muero por ti, porque lo hago. Por favor, por favor déjame estar con ustedes y ser parte de su familia.

Bad romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora