Había recibido una carta un día después del Partido mundial de Quidditch, era de Harry. Me había enterado de lo ocurrido y no pude evitar pensar en Severus, igual el me había explicado, mas o menos, lo que sucedió. En la carta tambien hablaba de su cicatriz, que había empezado a dolerle, y yo no puedo hablar con Sirius sobre eso por que no se cual es su paradero actual.
Dejando de lado eso, estoy mas que feliz de volverme a encontrar con Joseph, pero no puedo decir lo mismo de Severus, aunque él es muy difícil de impresionar, ultimamente pasa mas enojado de lo normal, y si fue así en las vacaciones no quiero imaginar como será cuando empiecen las clases.
Cepillaba mi cabello sentada en mi cama hasta que llegara la hora de ir al comedor para dar la bienvenida.
Me puse una camisa blanca de mangas largas y una falda negra que me llegaba a media rodilla y por encima me puse mi capa de color azul oscuro. Si algo he aprendido de Severus, es a ondear mi capa de forma genial, aunque no salia igual a como él lo hace.
Al llegar a Comedor caminé hasta llegar a lado de Severus, Joseph estaba al otro lado de la mesa por lo que solo le envie una saludo de mano, miré a Severus y tambien le saludé.
-Severus, la semana pasada fue tu cumpleaños y para ese día aun no estaba listo mi regalo, pero ya lo tengo- Le dije, me miro a mí y luego miro el regalo, era un collar de Amandastone es muy simple pero me había gustado mucho.
Sonrió muy sutilmente, de manera casi imperceptible, pues ya estaban entrando los demas alumnos.
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- Muchas gracias, __________- Agradecio, con su voz grave pero tratando de sonar suave.
Sonrei y dirigi mi vista hacia al frente y vi a Harry, tenia el cabello largo, se veia muy lindo, era como ver a James con cabello largo, cosa que nunca paso.
Harry me sonrio y yo hice lo mismo. Dumbledore comenzo con su discurso sobre el Torneo y finalizo haciendo pasar a los otros colegios.
-Demos la bienvenida a las bellas señoritas delAcademica de Magia Beauxbatons y a si directora Madame Maxime.- Todos voltearon a ver a la puerta para mirar a las chicas.
Un grupo de chicas uniformadas de color celeste entraron al comedor caminando firmemente y con una mirada seria, unos pasos mas e hicieron una rara pose mientras suspiraban sonoramente, repitieron el mismo movimientoss una vez mas para luego terminar su presentacion.
Me acerque a Severus un poco mas e imite el mismo suspiro que hicieron las chicas de Beauxbatons pero mas bajo. Severus llevo su copa a su boca para ocultar la sonrisa que se le habia salido
Me habia empezado a reir en voz baja por la ridiculez que hice, y una vez que empezaba ya no podia detenerme. Severus me daba pequeños golpes en mi rodila por debajo de la mesa mientras él tambien luchaba por contener la risa.