Capítulo 54.

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Bueno pues aquí estamos otra vez y con un capítulo mucho más largo de lo normal para compensar todo este tiempo vacío 😊

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- ¿Dónde mierdas se ha metido ese idiota?

Impaciente, Mo Guan Shan observaba la ciudad a través de los amplios ventanales de Tian, como si a esa altura pudiera discernir algo entre las pequeñas siluetas que caminaban por la calle. De su diestra colgaba una mochila llena, completamente cerrada.

- ¿A qué hora has quedado con él?

Sentado en el sofá, He Tian esperaba también por la llegada del rubio. Podría haberse marchado antes, pero se negaba a desaparecer hasta que este entrara por la puerta, con la intención de aprovechar lo máximo posible cada momento con el pelirrojo. De vez en cuando sus ojos se desviaban a la mochila de Mo, curioso por saber qué era lo que estaba guardando con tanto recelo y que, por supuesto, no le había permitido saber.

- Hace 15 malditos minutos...

- Heh, acostúmbrate, nunca ha sido muy puntual – de nuevo su mirada vagó hasta la mochila – ¿vas a decirme de una vez lo que tienes ahí dentro?

- Ya te he dicho que no, deja de insistir.

- ¿Por qué no? ¿acaso tenéis pensado algo más que no me habéis contado? – inquirió en tono travieso mientras se levantaba del sofá y caminaba hacia él, cansado de tanta incertidumbre – vamos, muéstrame que tienes guardado...

Tian tendió la mano para agarrar la bolsa y salir por fin de dudas, pero Mo se la arrebató de un tirón evitando que se la quitara.

- ¡Que no!

- Venga... aunque sea una pista...

El omega suspiró con hastío y resignación; tras todo ese tiempo que llevaba conociéndolo, sabía que cuando Tian se ponía así de tonto era imposible desviar su atención a cualquier otra cosa.

- Es ropa, joder, ¿contento? – finalmente le dijo, confiando en que le dejara de una vez en paz, ignorando el renovado interés que había despertado en el alfa.

- ¿Ropa?

- Sí, rop...¡EH, DEVUÉLVEMELA!

Aprovechando el momento de distracción, el moreno había estirado su brazo y robado la bolsa sin mucha dificultad. Rápido se alejó del menor para que no se lanzara contra él, abriendo la cremallera de la mochila y metiendo la mano para sacar una de las prendas que había dentro. Guan Shan enrojeció hasta las orejas al verlo: era un short negro y ajustado que apenas quedaba más abajo de las ingles. Tian dio vueltas al pedazo de tela entre sus dedos, esta era de fibra, firme pero maleable, y rápido supo el uso que Mo le había dado a ese tan corto pantalón, pues cientos de veces había visto a los omegas de su club utilizarlos para ensayar en la barra.

- Vaya... no creí que guardaras algo así en tu armario, no al menos después de haber dejado tu anterior trabajo – volvió a meter la mano en la bolsa, sacando ahora un top ajustado que quedaba varios centímetros por encima del ombligo. Tian sonrió lascivo ante la sugerente imagen de Guan Shan enfundado en esas ajustadas prendas, moldeando su figura y resaltando los puntos clave para hacerlo incluso más atractivo de lo que ya era – póntelas – dijo, dejándose llevar por sus fantasías.

- ¿Qué? ¡No!

- ¿Vas a usarlas para Jian Yi y no para mí? Me siento un poco celoso, pequeño Mo – de un rápido movimiento, Tian soltó la mochila y, con la mano libre, aquella que no sostenía la ropa, agarró la cintura del omega y lo atrajo hacia él – póntelas solo un momento – insistió, acercando las prendas hacia el pelirrojo.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora