Capítulo 26.

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Buenasss, hará unos días que regresé de vacaciones y por fin puedo subir el capítulo, yaaay!! Espero que la espera no se haya hecho muy larga, I'm sorry

Como ya avisé, este capítulo es más bien de transición, simplemente es mostrar pequeñas escenas cotidianas en la que los personajes principales se desenvuelven (y nuevamente inspiradas en capítulos muy conocidos del manhua xdd), para calmar un poco todo el drama del anterior capítulo...

Y bueno, pese a todo, espero que guste igualmente 😊 

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Un día.

Guan Shan rodó las caderas con lascivia, forzada lascivia, acariciando la piel de su torso y piernas con el fin de deleitar a la muchedumbre de alfas excitados que gritaban sin escrúpulos todas las formas en las que se lo querían follar, mientras que muchos alzaban sus brazos para poder tocarlo y dejar varios billetes en el elástico de su minúscula ropa interior.

En otras circunstancias, aquella situación le hubiese molestado de sobremanera, pero los actuales pensamientos del pelirrojo no atendían al público que tanto detestaba, oh no, para su desgracia, estos pertenecían únicamente a una persona, al ser que menos deseaba que pertenecieran: He Tian.

Su mente daba vueltas y vueltas, rememorando una y otra vez aquella noche en la que su lado más vulnerable salió a la luz...

¿Cuánto había pasado desde eso?

Ah sí, dos días... dos jodidos días en los que Tian había seguido apareciendo por el club con naturalidad, como si nada hubiera pasado y empeorando su cordura, pues odiaba la facilidad con la que había monopolizado su mente.

Y por si fuera poco, lo que más le torturaba era el anhelar la placentera sensación de encontrarse entre los fuertes brazos del alfa, anhelar el sentirse consolado y protegido... de solo recordar la facilidad con la que el moreno le había hecho ronronear contra su cuello le hacía enrojecer de vergüenza y odiarse a sí mismo.

Joder, deseaba darse de cabezazos contra la pared, quizás con un poco de suerte podía olvidarse de todo aquello.

"Oh mierda" pensó, pues perdido en sus divagaciones, Guan Shan se descubrió a sí mismo, sudando por las abrasadoras luces y jadeando de calor, buscando aquellos ojos grises entre toda esa panda de pervertidos, sintiendo su parte omega molestamente decepcionada al no encontrarlo.

Frunció el ceño con rabia, arrepintiéndose de inmediato de ese acto involuntario.

Aaagh, quería gritar de desesperación.

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Al terminar el espectáculo, abandonó el escenario a toda prisa y caminó por los pasillos enfurecido consigo mismo. Se colocó unos pantalones, agarró su teléfono y una toalla para secarse el sudor, distrayéndose mirando la pantalla de este, ajeno a que Wang se acercaba tras su espalda.

- Guan Shan – lo llamó, poniéndole una mano en el hombro y asustando al pelirrojo.

- ¿Qué? – preguntó cortante.

- Quería saber qué tal estabas, hace días que no hablamos.

Mo arrugó el rostro, su jefe tenía razón, hacía mucho tiempo que apenas se dirigían la palabra más allá de las órdenes jefe-empleado, y no era porque estuviese mosqueado con él, aunque era evidente que desde que le obligó a dar privados el beta no era santo de su devoción, sino porque anteriormente siempre que hablaban era para gritarse o quejarse del uno al otro y desde varias semanas atrás no habían vuelto a discutir.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora