Capítulo 19.

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     La luz de los edificios se colaba entre los enormes ventanales de He Tian. Todavía era de noche cuando Mo, soñoliento y muerto de sed, abrió los ojos.

- Ugh

La cabeza le dolía y estaba tan cansado que sentía su cuerpo entumecido de pies a cabeza. Confundido, ojeó el lugar donde se encontraba, la casa le sonaba de algo, pero no estaba seguro de qué exactamente.

"Ah ya se, es la casa de He Tian"

No le tomó importancia, ni siquiera se planteó que hacía ahí, su cerebro seguía fatigado así que se quitó la toalla húmeda que tenía en la frente, agarró la botella de agua de al lado de la cama y después de beber volvió a dormirse.

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Nada más salir a la calle, She Li tanteó el terreno y observó detalladamente a su oponente, dándose cuenta de que este portaba una pistola en su chaqueta y que su camisa estaba manchada de sangre.

Vaya, al parecer era más peligroso de lo que había supuesto en un principio... podía jugarse el cuello a que esa sangre era de los tipos a los que había lanzado a Mo. Arqueó las cejas con sorpresa.

Increíble... ¿en serio habría tenido los cojones de matarlos? ¿a qué se dedicaba este tipo?

Qué más daba ahora a lo que se dedicara, si realmente se había cargado a los traficantes debía tener mucho cuidado con él para no acabar de la misma forma, su prioridad era buscar una forma de neutralizarlo para que no pudiera usar el arma contra él.

Aunque por otra parte dudaba que lo hiciera, varios bailarines y los dos alfas que acompañaba lo habían visto así que si algo le sucedía el tipo terminaría entre rejas.

Bien, podía relajarse un poco.

- No puedo dejar de sorprenderme con tu reacción viendo que el pelirrojo no parece tolerarte.

Tian apretó los puños y golpeó el rostro del omega descargando la rabia que acumulaba, si la intención del bailarín era enfadarlo más de lo que se encontraba, lo estaba consiguiendo con creces.

- Agh.

She Li se llevó la mano a la nariz para limpiar la sangre que caía de esta. No la había visto venir y He Tian no le había dado tregua a defenderse.

- Buen golpe, te felicito. – se burló, y el mafioso frunció el ceño ante tal provocación.

- No te pases de listo conmigo, será mejor que te metas en tus jodidos asuntos. – amenazó, y Li esbozó una sonrisa de lado, sonrisa que Tian quiso borrar rompiéndole la boca.

El omega ignoró aquella advertencia deliberadamente, entrecerró los ojos y rio sarcástico, aunque calmado. Tal y como esperaba, Guan Shan era un tema muy sensible para él y pensaba sacar provecho de ello. No obstante, no era tonto, sabía que en un combate cuerpo a cuerpo tenía todas las papeletas para perder, pero retirarse o pedir perdón no entraba dentro de sus principios, además... no era la primera vez que se enfrentaba a un alfa, sabía que hacer si las cosas se ponían feas.

- Dime, ¿pudiste llegar a tiempo y salvarlo?

El moreno lo miró con rabia y supo que Li disfrutaba de toda aquella situación.

- Lo tomaré como un no... lamento mucho lo ocurrido, espero que esté bien - se burló con fingida lástima.

- Te equivocas – contraatacó, empujándolo contra la pared y presionando su garganta con el brazo. – Deberías haberte asegurado de que tu plan se cumplía en lugar de dedicarte a abrir tus piernas a desconocidos.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora