Capítulo 94.

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AAAAAH POR FIN ESTOY AQUÍ, PERDOOOON PERDOOON, SOY UN SER HORRIBLE POR TARDAR TANTO, PERO YA ESTÁ, YA HAY ACTUALIZACIÓN 😊

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- Oye, Pequeño Mo...

- ¿Hmm?

- ¿Cuándo fue la última vez que tuviste el celo?

Guan Shan lo miró sin comprender a dónde quería llegar.

- No lo se, bastante, no lo recuerdo exactamente. ¿Por qué?

- Porque creo que estás haciendo un nido.

Las mejillas del omega se volvieron de un rojo intenso.

- ¿Q-Qué?

Con horror, el pelirrojo se giró para comprobar que Tian estaba en lo cierto, las almohadas y los cojines apilados y ahora sumando la camiseta del alfa tenían toda la apariencia de un nido, o del principio de uno al menos.

Mierda, ¿estaba por entrar en celo? Con razón estaba tan caliente esa mañana.

- ¿E-Estás bien? ¿Necesitas algo?

He Tian le preguntó sin saber muy bien cómo debería actuar en esa situación, esperaba recibir instrucciones, pero Mo lo miró con la misma cara de confusión que él.

- N-No lo se, nunca antes he hecho un nido.

- ¿Nunca? ¿Pero no es algo normal?

- Más o menos... en mis otros celos solo necesitaba un par de cojines para estar cómodo, pero ahora siento que esto no es suficiente.

El corazón del alfa dio un vuelco, aunque no sabía si por la emoción de ser la razón de tal cambio o por terror al no saber cómo actuar.

- ¿Le preguntamos a Jian Yi?

- ¡No, idiota!

Solo pensar en tener que llamar a Yi para contarle eso lo mataba de vergüenza.

- Vale, eeeeh... ¿más ropa con mi olor tal vez?

Mo lo pensó unos segundos, como si lo estuviera comprobando.

- Creo que sí...

Tian miró hacia todos lados hasta que vio la maleta sin deshacer.

- Bueno, ¿la ropa de estos días te vale o está demasiado sucia?

- No lo se, supongo que vale...

El alfa la recogió y le tendió una de las camisetas al omega, quien la llevó a su nariz para olerla. El rostro de Mo se relajó al momento y gimió suavemente. Olía demasiado bien. Quería enterrar su nariz en la prenda hasta que todo pasara, envolverse en las feromonas de su destinado. He Tian tragó duro al ver su reacción; su mente acababa de cortocircuitar, incapaz de decidir si Mo se veía tierno o demasiado caliente al hacer eso.

- Sacaré lo que menos sucio esté.

- No. D-Dámelo todo.

Las mejillas del omega estaban rojas por la vergüenza, pero su mirada mostraba determinación, así que Tian tomó en sus manos todos los pantalones y camisetas, dejando de lado la ropa interior. Al verlo, los ojos del pelirrojo se iluminaron y aun con vergüenza amontonó las prendas junto a las almohadas, en el orden que sentía que era el adecuado.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora