Capítulo 60.

3.1K 335 176
                                    

Buenassssss, hoy no tengo nada que decir, así que disfrutad del capítulo 😉

.

.

.

.

He Tian despertó lentamente al notar en sueños la mirada de alguien clavada sobre él. Cualquier otra noche hubiera despertado de un salto al notar la mínima presencia de una persona acechándolo, pero esta estaba tan profundamente dormido que le costó despegar los párpados y regresar a la realidad. Al abrir los ojos se encontró con el hermoso rostro del pelirrojo a escasos centímetros del suyo, ya muy despierto. Con razón había dormido tan profundo, eso solo le ocurría cuando Mo Guan Shan estaba junto a él.

Aun adormilado, esbozó una tierna sonrisilla de buenos días.

- Tenía pensado despertar antes que tú, pero te me has adelantado, Pequeño Mo – fue lo que dijo en un suave murmullo amodorrado.

Y era cierto, le hubiera gustado despertar un poco antes para poder observarlo dormir plácidamente y ser él mismo quien lo despertara; pero tampoco podía quejarse, amanecer abrazado a él era un motivo más que suficiente para agradecer el seguir respirando. No se atrevía a moverse siquiera un centímetro, temía que Mo se alejara de él ante el mínimo movimiento, y seguir disfrutando de su calor era ahora mismo prioritario en su vida.

- La alarma me estaba dando dolor de cabeza – le confesó sin darle demasiada importancia, intentando mantenerse lo más natural posible después de que le pillara observándolo. Por suerte, no comentó nada al respecto.

He Tian rio muy suavemente.

- ¿Mucha resaca?

Mo Guan Shan se paró a pensar. Hasta el momento no le había prestado demasiada atención, ya que estaba ocupado analizando otras cosas -como a He Tian y sus estúpidos sentimientos- para prestarle atención más allá del dolor de cabeza, que es lo que más lo notaba; pero sí, tenía resaca, le dolía todo el cuerpo y aún se sentía mareado... eso sin contar lo seca que tenía su boca y lo malditamente cansado que se sentía pese a haber dormido por horas.

- Me encuentro como una mierda.

- ¿Necesitas vomitar?

Mo negó con la cabeza.

- No, necesito beber agua.

Tian suspiró con resignación ante lo que eso significaba: tener que separarse del omega para que este bebiera.

- Te he dejado una botella en la mesilla, también una aspirina para el malestar.

El pelirrojo giró la cabeza lo suficiente como para comprobar que, en efecto, la botella y la pastilla estaban ahí. No dijo nada, pero ese simple detalle le hizo sentir bien. Se separó del alfa por primera vez desde que había despertado, y al momento de hacerlo se sintió frío, un frío que traspasaba su piel y se envolvía su corazón que clamaba por regresar a los brazos de Tian en busca de ese tipo de calor que solo él podía ofrecerle.

Aquella sensación de necesidad le asustó, y por un segundo consideró huir de ahí, correr hasta su casa; una parte de él lo deseaba con todas sus fuerzas, pero había otra que le instaba a quedarse quieto y dejarse llevar, una que con el tiempo se hacía cada vez más grande.

Ignoró por completo sus pensamientos para seguir con el objetivo que tenía en mente: la botella. Con clara dificultad se incorporó en la cama, notando todos sus músculos entumecidos. Agarró la botella, metió la pastilla en su boca y dio un largo trago hasta saciarse, dejándola donde estaba con un profundo suspiro de satisfacción... más ahora que su sed había desaparecido se percató de cuan llena estaba su vejiga otra vez.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora