Capítulo 47.

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Ya llegué :)

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El impacto de la botella fue tal que llamó la atención de los bailarines; tanto de aquellos que habían estado cerca justo en el momento, como de los que lo escucharon a lo lejos. De inmediato, todos ellos se arremolinaron en torno a la pareja, preguntándoles cómo estaban y qué había sucedido, aunque algo vacilantes, bien por la antipatía que a muchos les generaba Guan Shan o bien por la presencia amenazante del alfa, a quien no se le veía para nada contento.

Escasos segundos después, Wang apareció y todos se apartaron para dejarle paso. Al ver el pequeño hueco en la pared y la botella reventada en el suelo, frunció el ceño con fastidio y miró hacia Mo en busca de explicaciones.

- ¿Qué cojones ha pasado aquí?

- Alguien me ha lanzado una botella a la cara.

- ¡¿Qué?! – exclamó el beta estupefacto – ¡¿Por qué?!

- ¡Joder, yo que se!

Wang acentuó su ceño fruncido, como hacía cada vez que Guan Shan le gritaba.

- ¿Tienes algo que ver? – lo recriminó molesto, pues usual era en él provocar cualquier tipo de conflictos.

- ¡¡¿Haaah?!! ¡Mierda, claro que no!

El beta entrecerró los ojos acusatorio, dando a entender que no creía sus palabras, y aquello hizo arder de ira al alfa, quien de por sí ya estaba enfadado.

- Cargar todas tus frustraciones con Guan Shan no es sano – empezó – prueba a hacerlo con el verdadero culpable, ¿o te da miedo que deje de abrir sus piernas para ti?

Mo se quedó congelado. Wang también, incapaz de pronunciar una sola palabra más. Lo que había hecho la noche anterior le avergonzaba y lo haría toda su vida más escuchar en voz alta de los labios de otra persona era todavía más angustiante. Para más martirio, los bailarines se le quedaron viendo realmente confusos y el beta no supo que hacer.

Nadie quiso decir nada, tampoco sabían qué, y Tian aprovechó ese momento para tomar al pelirrojo por los hombros con sumo cuidad e instarlo a salir del lugar, camino al interior del club. Conforme se adentraban en la multitud, varios alfas, en su gran mayoría ya borrachos, clavaron sus ojos en ellos, concretamente en Mo, al notar un ligero cambio en el aroma del ambiente; un aroma más dulce, uno a omega. Al percatarse de esto, tomó al pelirrojo por la cintura para pegarlo a su cuerpo y evitar que alguien lo tocara.

Guan Shan sintió su pulso dispararse vergonzosamente ante ese contacto tan íntimo.

- ¡¿Q-qué coño haces?!

- Quédate así hasta que salgamos de aquí.

El omega iba a replicar, pero al darse cuenta que muchos alfas lo miraban con lascivia, temió que alguien lo reconociera y saltaran por él, así que prefirió quedarse callado por primera vez en su vida y obedecer a Tian, pegándose un poco más a él instintivamente. El moreno lo estrechó más firme.

A lo lejos, Qiu y Xiao los vieron dirigirse a la salida e hicieron amago de seguirlos, pero el He les indicó con un leve movimiento de mano que aguardaran y acompañó a Guan Shan hasta la calle.

- Espera aquí unos minutos – le dijo una vez fuera, y Mo frunció el ceño sin comprender.

- ¿Para qué?

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora