Capítulo 3.

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- ¿Te encuentras mejor?

El dueño del local observa a Guan Shan mientras este toma la ropa del suelo para vestirse. Por suerte para ambos, minutos después del altercado con el alfa todo volvió a la normalidad y los fuertes dolores del pelirrojo se desvanecieron casi por completo.

- Sí... estoy bien

No dijo nada más, simplemente se limitó a ponerse su habitual camiseta amarilla y calzarse las deportivas roídas que llevaba día sí y día también. Agarró un trapo que encontró tirado por ahí y se agachó para limpiar el vómito de aproximadamente media hora. 

- Déjame hacerlo a mí

El beta se acercó a Guan Shan con la firme intención de arrebatarle el trapo y limpiar él mismo el vómito, después de lo que había pasado no quería que el omega hiciera ningún tipo de esfuerzo o trabajo, no cuando hasta hace poco seguía retorciéndose de dolor en el suelo.

- Te he dicho que estoy bien - El pelirrojo lo aparta de un manotazo

- Pero deberías descans...

- ¡Joder Yi Wang, te he dicho que estoy bien! ¿Qué mierdas no entiendes?

El beta se detiene para observar a Guan Shan con un semblante serio, sin embargo, no insiste más y con un largo suspiro se aparta de él. Ya era buen conocedor de su humor y sabía de sobra lo mucho que le enfadaba recibir ayuda, más aun si esta era de manera desinteresada. No le sentaba bien que por el simple hecho de haber nacido con la condición de poder dar a luz, el resto de humanos le trataran de forma diferente a como se trataban entre ellos. Estaba más que claro que se odiaba a sí mismo, y tener que convivir con algo así no debía ser para nada sencillo. 

- ¿Qué vas a hacer con el otro?

Mo sabía perfectamente a quien se refería con el otro y no podía negar que pensar en ese tema lo agobiaba. Si bien durante esos minutos que habían durado los efectos secundarios del supresor estaba deseando que toda esa tortura acabara, ahora que ya lo había hecho le invadían los pensamientos acerca de ese jodido alfa y de cómo se había dejado llevar lo suficiente como para pedirle a su jefe que lo tocara. 

Guan Shan chasquea la lengua y sacude la cabeza para quitarse esos estúpidos pensamientos, pero un ligero mareo se apodera de él y tiene que apoyar una mano en la pared antes de seguir limpiando.

- No lo se, y déjame en paz, no quiero pensarlo.

Yi Wang se encogió de hombros ante la susceptible actitud del omega y se puso de pie, estirándose para desentumecer todos sus músculos contraídos por la tensión.

- Estaré afuera

Dicho esto, el beta abandona el lugar donde ambos se encontraban y cierra la puerta tras de sí. Nada más salir, un par de omegas se acercan a él visiblemente preocupados, algo extraño pues el pelirrojo no solía llevarse bien con ninguno de sus compañeros. Tal vez el sentimiento de empatía y de que podría haberle ocurrido a ellos era más fuerte que la antipatía que sentían por el gruñón de Mo.

- ¿Qué ha pasado? ¿Está bien Guan Shan?

El jefe de estos simplemente afirmó con la cabeza alegando que no se preocuparan por él, que ya estaba todo arreglado y no había pasado nada grave. Para su suerte, ninguno de los dos preguntó por el alfa desconocido que se había colado sin ningún permiso y nada más escuchar la noticia de que todo iba bien, se largaron sin preguntar nada más.

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