Capítulo 97.

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Holaaaa 😊

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En la tranquilidad de su casa, Zheng Xi terminaba de lavar los platos mientras Jian Yi limpiaba la mesita del comedor. Eran las once de la noche y ambos estaban muy cansados, el día había sido duro en la clínica para Zhan, y lo mismo para Jian Yi, quien después del trabajo había tenido que ir a comprobar que Mo Guan Shan siguiera con vida.

Cuando terminó de limpiar, se acercó a la cocina y rodeó la cintura de su novio con sus brazos, apoyando la cara en su ancha espalda.

- Ya casi estoy, dame un segundo.

Jian Yi remoloneó en respuesta y hundió la cara en su cuello, dejando un besito sobre su piel, que se erizó al segundo.

- Estoy agotado... - susurró el omega.

- Yo también. – dijo, mientras cerraba el agua y se giraba para abrazar a su pareja. – ¿Te apetece tomar un baño caliente antes de ir a la cama?

Los ojos cansados del rubio se iluminaron de emoción, entre semana Zheng Xi se negaba a tener cualquier tipo de comportamiento fuera de la rutina: cena, ducha rápida y generalmente irse a dormir, pues ambos acababan muy cansados siempre, así que las veces que sacaba a relucir su lado más romántico y espontáneo, dentro de lo que era capaz, Jian Yi lo atesoraba.

- ¿De verdad?

- Claro.

Con ternura le apartó el pelo de la cara, tomándolo de las mejillas para darle un beso muy suave. Jian Yi se sintió derretir, no importaba cuantas veces hubiera probado esos labios, su corazón se agitaba casi como el primer día.

- V-Voy preparando el agua... - el rubio susurró contra sus labios, derretido por los besos de su novio.

- Te acompaño.

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El agua caliente, las burbujas y los brazos de su alfa abrazándolo por detrás eran la perfecta combinación para que Jian Yi se sintiera relajado... o en su defecto excitado, realmente no le quedaba muy claro qué sentir.

- ¿Cómo te ha ido hoy con los niños?

- Ugh, ha sido horrible...

Zheng Xi dejó salir una risita y pegó más la espalda del rubio contra su pecho.

- ¿Por qué?

- No querían comerse la comida. Todavía escucho sus berridos en mi cabeza.

- Déjame adivinar... - susurró suave sobre su oreja mientras tomaba la esponja, la untaba en jabón y empezaba a pasarla suavemente por los brazos de su novio. – ¿Los tres niños de siempre?

Los ojos del omega se cerraron por las placenteras caricias y echó la cabeza hacia atrás.

- S-Sí... Dios, son buenos chicos, pero no los aguanto cuando se comportan así. – la esponja ahora recorriendo su pecho. – X-Xixi, si alguna vez tenemos hijos prométeme que vas a educarlos tú.

- ¿Qué? No creo que pueda hacer eso solo.

Jian Yi negó repetidamente.

- No, no, yo te ayudo con la crianza, pero de educar te encargas tú, necesito que tengan tu temperamento.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora