Capítulo 40.

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Aviso para esta parte, quería meter un +16 – Mo Guan Shan, pero no estaba segura ya que la escena de la que hablo (no, no es el beso, ya veréis) no es muy larga pues al final no lo he hecho, pero bueno ya os advierto por aquí xddd

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Tercer día.

Jian Yi lanzó un suspiro de aburrimiento al aire. Era de noche, Guan Shan estaba quedándose dormido y llevaba encerrado con él en esa sala desde media tarde. No pretendía irse a dormir a casa pues al día siguiente tenía libre y el omega se encontraba bastante mal: la fiebre le había subido y de vez en cuando le dolía la cabeza. Quizás sus síntomas fueran una tontería, pero bien sabía que por mucho que este se quejara de su compañía, no le gustaba pasarse casi todo el día solo, mucho menos estando enfermo.

Además, había pasado toda la mañana y tarde algo desanimado y aunque este no lo dijera, era consciente de que la causa era la ausencia de He Tian.

Quizás el pelirrojo lo autonegara, pero su parte omega pertenecía al mafioso y poco a poco el mismo Mo estaba cediendo a él, así que en el fondo era inevitable que no sufriera al no tenerlo a su lado, al no saber dónde estaba ni el por qué apenas daba señales de vida.

De solo pensar que algo así podría pasarle a él y a Zhan Xi se le formaba un nudo en la garganta.

- Pelirrojo... - lo llamó para comprobar si todavía seguía algo consciente.

- Hmmm – le respondió sin fuerzas, de camino a caer profundamente dormido.

- Voy un segundo a dar un paseo, ahora vengo.

Ya no recibió respuesta, así que despacio se levantó de la incómoda silla y salió al pasillo a estirar las piernas, de tantas horas sentado las tenía agarrotadas.

Volvería en un rato.

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Guan Shan respiraba agitado, sus manos estaban manchadas de sangre y haciendo un círculo a su alrededor, los cuerpos de sus enemigos, magullados y suplicando piedad por sus vidas.

El omega reía arrogante, antes habían intentado apalizarlo y cortarle los dedos, pero ahora todos yacían inconscientes o llorando y no podía sentirse más orgulloso.

- S-señor Mo, pare...

No quiso escucharlo y se acercó a él con la idea de golpearlo de nuevo, pero antes de que pudiera hacerlo fue detenido por He Tian, quien estaba a su lado, también con las manos manchadas y con un aspecto feroz en el rostro que le hacía lucir de lo más varonil

- Ya basta, Pequeño Mo – la voz de este fue suave y conciliadora – lo has hecho muy bien, estos hijos de puta ya han tenido suficiente. No sabía que eras tan fuerte...

El pecho del pelirrojo se hinchó de satisfacción al escuchar tantos piropos salir de la boca de Tian. Sonrió orgulloso y el alfa correspondió dicha sonrisa, tomándolo después por la cintura y atrayéndolo hacia él hasta que sus pechos quedaron pegados.

- Eres el omega más increíble. Tu mirada es tan fiera, tan ruda...

La razón del omega se perdía ente tantas alabanzas, al fin el alfa reconocía su fuerza y no podía sentirse mejor, más cuando este le acarició la mejilla con la palma de la mano no pudo evitar jadear de gusto.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora