Varias noches pasaron desde aquel encuentro, concretamente ocho. Ocho noches en lasque, para la mala suerte de Mo, Tian había ido a visitarlo. ¿Acaso no tenía nada mejor que hacer a esas horas que ir a joderlo? Además siempre solicitaba su último privado para después poder quedarse más tiempo con él, pese alos incansables esfuerzos del pelirrojo por irse a casa.
Por otro lado, He Tian disfrutaba de esos encuentros, pero pese a todo, había algo que no toleraba: ese fuerte olor a alfa que siempre traía cuando terminaba sus otros trabajos y que le hacía sentir una punzada de celos constante. Su parte más dominante se retorcía de molestia al permitir que otros tocaran al que, en principio, debía ser su omega, y detestaba que el delicioso aroma de Mo se viera opacado por las feromonas de sus clientes, por lo que procuraba estar cerca de él en todo momento y contrarrestar esa esencia con la suya.
Y esta vez no era diferente.
- Mierda, suéltame de una jodida vez.
El pelirrojo trataba de deshacerse del agarre de Tian, odiaba que lo tocaran y mucho más darle esas confianzas a un alfa, pero todo fue en vano, el mayor tenía más fuerza que él y sus intentos se vieron frustrados. Mo chasqueó la lengua.
- Hey, pequeño Mo, se un poco más tolerante.
- Que te jodan, no tengo intenciones de ser tolerante contigo.
El menor de los He dejó escapar una leve y fría risilla antes de responder.
- ¿Estás buscando una paliza?
El omega frunció el ceño y lo miró a los ojos con furia, pero cuando se encontró con los de Tian un escalofrío le recorrió el cuerpo, así que tragó saliva y los desvió. Si algo había aprendido todos esos días es que si apreciaba su integridad física lo mejor era no retar demasiado al alfa. Joder como lo odiaba, a él, a su fuerza y a sus buenos reflejos. Así no podía hacer nada en su contra.
- Mierda, eres muy siniestro...
Nuevamente rio e ignoró el comentario, sabía lo siniestro que podía llegar a ser y realmente le gustaba que así fuera.
- No seas quejica... dime ¿dónde quieres ir?
- A comprar algo para comer y a mi jodida casa
- Bien, entonces voy contigo – respondió con una radiante sonrisa
- ¡¿Haah?! ¡Claro que no!
A Mo se le ponían los pelos de punta con tan solo imaginar al idiota de Tian entrando en su casa, lo que le faltaba, que averiguara donde vivía para no tener ningún sitio en el que poder estar a salvo.
- Que cruel, tú sabes donde vivo yo... - dijo, afianzando más su agarre.
- Me importa una mierda, maldito bastardo, déjame ir.
- Vamos... déjame acompañarte para ver que llegas bien – bromeó
- ¡Ni muerto lo permitiría, puedo defenderme solo!
El moreno rodó los ojos ante las constantes negativas de Guan Shan, pero no le hizo caso. En esas escasas dos semanas que llevaba viéndolo se había acostumbrado a la constante actitud defensiva de este, y realmente no le disgustaba, es más, le encantaba molestarlo, sus enfados se le hacían adorables... asimismo, cuando estaba con él lograba distraerse y olvidar por ese tiempo quien era realmente, tanto que no vio la necesidad de buscar de nuevo consuelo teniendo sexo con cualquier omega.
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¿Por qué tú?
Fiksi PenggemarHe Tian: - Alfa - Jefe de la mafia - Posesivo - Odia: su propia existencia Mo Guan Shan: - Omega - Striper - Tsundere - Odia: ser omega, a los alfas La vida de ambos se verá totalmente distorsionada en el momento en el que sus miradas se cruzan, en...