Capítulo 56.

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Holaaa!! Hoy llegué con el nuevo capítulo antes de lo que imaginaba, yaaaay.

Bueno, no tengo nada que decir por el momento, así que simplemente espero que disfrutéis 😊

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Habían pasado cerca de dos horas desde que se fue del apartamento dejando a los dos omegas, así que imaginó que ya habían terminado de bailar y que, probablemente, se hubieran marchado cada uno a su casa... al menos eso pensaba antes de abrir la puerta y notar el olor a alcohol y feromonas descontroladas, unas feromonas que podía reconocer a kilómetros, pues eran claramente las de Guan Shan.

El alfa se quedó aturdido. De todas las cosas que podía haber imaginado al regresar a casa, encontrarse a los dos chicos borrachos y tirados en el suelo jamás había sido una opción a considerar. Oh, no, pero lo más impactante no era eso, sino encontrarlos vestidos con la sugerente ropa que Mo se había negado a enseñarle, dos prendas perfectamente ajustadas a sus cuerpos y cubiertas con...

Espera, ¿eso eran sus camisas?

Sí, sí que lo eran.

He Tian sintió que se le paraba el corazón. Jian Yi se veía bien, ese hijo de puta siempre lo hacía, pero Guan Shan lucía mucho más hermoso y seductor, tanto que por unos segundos se olvidó de cómo respirar.

Se acercó para verlo mejor; sus piernas parecían realmente largas bajo la camisa, la cual le quedaba enorme y resbalaba sugerentemente por su hombro. El rostro del pelirrojo no ayudaba, estaba claramente borracho, su vista desenfocada y su sonrojo eran inconfundibles; además, lo miraba con un semblante que intentaba parecer serio, pero sus muecas perdían fuerza al punto de resultarle adorable. Inconscientemente, una sonrisilla pícara se dibujó en su rostro, no podía creer que su Pequeño Mo hubiera sido tan travieso de emborracharse. En ese momento no pudo evitar sentir algo de envidia hacia Jian Yi, el muy maldito había tenido el placer de presenciar ese maravilloso momento él solo...

- ¿Es que no pensabais invitarme a la fiesta?

- ¡T-Tian! – exclamó Jian un tanto eufórico – coge una cerveza y siéntate con n-nosotros, tú invitas...

El aludido dejó escapar una leve risilla e hizo caso a las descaradas palabras del rubio, no sin antes dejar la chaqueta en el suelo y aflojarse los botones superiores de la camisa para mayor comodidad. Se sentó frente a ambos y agarró una de las botellas, tomándose un largo trago que se sintió como nada, pues su tolerancia al alcohol era mucho mayor a la de los dos omegas frente a él.

Por algún motivo, Guan Shan no pudo dejar de mirarlo en ningún momento. No sabía qué era, pero algo tenían esos gestos cotidianos que le atrapaban, el modo en el que su camisa se adaptaba a sus movimientos, o el líquido pasando por su garganta y desplazando la nuez de Adán... eran realmente atrayentes, y Tian se percató de cada uno de los movimientos oculares del pelirrojo, como para no hacerlo cuando él tampoco podía dejar de mirarlo, curioso por conocer esa nueva faceta que nunca antes había visto en él.

- Pequeño Mo... - lo distrajo, esa sonrisilla pícara seguía adornando su rostro - ¿cuántas de estas cervezas te has bebido?

El omega dio un pequeño respingo al escuchar su nombre, ese apodo cariñoso que tantas veces había escuchado salir de los labios contrarios y que ahora removía algo en sus ya de por sí agitadas entrañas.

- N-no lo se... - dijo, y levantó ambos puños hasta la altura de su cara y empezó a elevar dedos en una máxima concentración - ¿S-seis?

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora