Capítulo 67.

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No os voy a mentir, tengo un poquito de miedo por vuestras reacciones, pero a la vez tengo muchas ganas de verlas jdslfksjdflsf

Btw aviso que se viene capítulo MUY largo

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Lo que She Li esperaba cuando el tipo vino a buscarlo era reunirse con Cheng en un sitio más privado, pero muy al contrario de lo que imaginaba, estaban dirigiéndose a la barra del club, a la vista de todo el mundo.

Aquello le extrañó; quizás lo que el He pretendía era hacerlo sentir intimidado al estar rodeado de gente, quizás tenía miedo de quedarse con él a solas, o quizás eran meras suposiciones y no había nada detrás.

Como fuera, todo eso le dejó de importar al momento en que sus ojos conectaron a lo lejos con la espalda del imponente alfa. Estaba simplemente sentado en uno de los taburetes, pero su lado más animal se revolucionó patéticamente haciéndolo estremecerse de ganas, más cuando por fin estuvieron cara a cara no fue solo su lado omega el que se quedó sin aliento, el propio Li también lo hizo.

Dios.

Ya había visto a ese hombre antes, pero apreciarlo ahora sin el calor opaco del celo le dejó claro que aquel alfa sobrepasaba todas sus expectativas, si es que alguna vez había tenido algunas. Su cabello negro creaba contraste con el nacimiento de las primeras canas, sus ojos grises eran gélidos, sus facciones duras empezaban a dejar ver signos de la edad, su mandíbula marcada, su cuerpo escultural escondido bajo esas prendas oscuras, y su poderoso olor... una combinación deliciosa que el destino había decidido que le pertenecía a él.

Algo dentro de She Li se revolvió, una sensación muy similar a la del celo, aunque menos intensa. Más bien era un agradable cosquilleo.

Joder... ¿en serio iba a excitarse solo por verlo?

No tenía sentido. Pese a su intensa vida sexual no recordaba un solo momento en su vida en el que de verdad hubiera sentido algún tipo de deseo hacia alguien, y ni siquiera se creía capaz de poder sentirlo. El sexo era una mera práctica más, un trabajo cualquiera con un beneficio económico muy alto y un potenciador de su autoestima al verse capaz de coleccionar a sus pies a multitud de hombres y mujeres alfa con los que había yacido. Y, sin embargo, Cheng estaba consiguiendo algo que nunca creyó posible con solo su imponente presencia.

No sabía si era por el rollo de ser destinados o porque de verdad el hombre le atraía. Posiblemente fuera una mezcla de ambas.

No obstante, pese al evidente atractivo del hombre, los nervios del omega permanecían calmados: ponerse nervioso nunca había sido normal en su vida, de hecho apenas recordaba haberlo estado alguna vez antes de la noche en la que Tian amenazó con matarlo.

Cuando el desconocido que lo acompañaba se marchó, tras la aprobación de Cheng, She Li decidió dar comienzo a su teatrillo.

- Buenas noches, señor He. Es un honor que requiera mi presencia esta noche – cierta ironía acompañaba sus palabras, uno ironía de la que Cheng no quiso formar parte.

- Siéntate – fue lo que le respondió, señalando con la mano el taburete vacío que tenía en frente. No le gustaba que le dieran órdenes, no a menos que no llevaran un "precioso" detrás, seguido de una retahíla de gemidos placenteros, así que su primer impulso fue negarse... más tuvo que tragarse las ganas para cumplir con su misión de ganarse al He, por lo que se sentó. Luego, el alfa continuó - ¿Cuál es tu nombre?

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora