Capítulo 24.

5.1K 548 200
                                    

Hola!! Regresé con la historia principal después de casi dos meses , lo siento por haberme retrasado tanto pero bueno, ya estoy aquí 😊 

Cuando recién estaba acabando de escribir el 24 me di cuenta de que este era el doble de largo de lo que un capítulo normal  es así que lo corté por la mitad... lo bueno de esto es que prácticamente tengo el 25 completo y como compensación por haber tardado tanto lo subiré o el domingo o el lunes ^^ 

Dicho esto, os dejo leer <3



El almacén estaba bastante desordenado, el día había sido muy ajetreado y nadie tuvo tiempo de adecentarlo, así que ahí estaba Mo, encargándose de organizar gran parte de este antes de largarse a su casa.

Era un encargo tranquilo y así podía ser si no fuera porque He Tian y su manía de observarlo constantemente lo acompañaban, siguiendo todos y cada uno de sus movimientos.

Intentó relajarse y no tomarle importancia, pensar únicamente en su trabajo y su posterior descanso una vez se tumbara en la cama... pero esa mirada le taladraba la nuca y ponía todo su cuerpo en alerta.

No podía concentrarse en nada más no fuera eso.

- ¿Quieres dejar de mirarme? – le increpó.

- Estoy supervisando que todo vaya bien. – respondió con una alegre sonrisa.

- ¡¿Qué mierda de excusa es esa?!

- Baja el tono, no querrás molestar otra vez a los clientes...

El pelirrojo apretó los puños, si estaba así era porque Tian lo incordiaba con su sola presencia.

- Tch, deja de joderme entonces, quiero terminar cuanto antes. – alegó y regresó a su trabajo.

El moreno no le hizo caso y siguió observándolo, no podía evitarlo, cada vez que estaba con él se le hacía imposible el apartar los ojos de su cuerpo, cada movimiento lo atrapaba.

Bufó por lo bajo y sin decir nada, se agachó para tomar una de las tantas cajas y colocarla en el lugar correspondiente.

Guan Shan se le quedó mirando con curiosidad, sin comprender que pretendía.

- ¿Qué cojones haces?

- Ayudarte, querías acabar pronto ¿no?

Frunció el ceño confundido, que el alfa se ofreciera a ayudarlo tan desinteresadamente le extrañó, no obstante, no se quejó e incluso agradeció interiormente tal detalle.

Pasaron varios minutos así y cuando estaban a punto de acabar, la puerta de la alacena se abrió y un tipo, beta, cargando con una gran estantería de metal con ruedas, a rebosar de mercancía, entró.

- Oh lo siento, no sabía que había nadie aquí dentro – se sorprendió al verlos.

- Estoy terminando de recoger lo que se me ha mandado, enseguida nos vamos.

- ¡Ah! Tú eres el nuevo... Mo Guan Shan ¿verdad?

El desconocido sonó muy entusiasmado sin razón aparente y Mo crispó el rostro, desconfiado.

- Sí... ¿quién eres tú?

- Soy Huang, uno de tus compañeros, encantado.

El tal Huang le tendió la mano y el pelirrojo se la aceptó, vacilando al principio.

- Me alegra ver caras nuevas por aquí – comentó con sinceridad – bien... la jefa me ha dicho que meta esto aquí ¿te molesta?

El pelirrojo se giró para seguir recogiendo junto a Tian.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora