El dolor punzante en su cuello no le permite continuar durmiendo. Quiere estirarse buscando alguna posición más reconfortante, pero se encuentra a sí mismo limitado por algo a su derecha y pronto se da cuenta de que ese "algo" es el respaldar de un sillón. Pantallazos fugases de lo que había sucedido el día anterior golpean su mente y sus músculos se tensan cuando abre un poco los ojos. Reconoce el lugar a su alrededor y siente que todo el aire ha dejado su cuerpo.
Se incorpora, sintiendo que la cabeza le va a explorar en cualquier segundo. Toma tres bocanadas de aire antes de examinarse. Tenía toda la ropa encima a excepción de los zapatos. Suspira aliviado. Lo último que quería en ese punto de su vida era cometer el mismo error con Jimin. No era justo para el rubio ni sano para él.
Se siente inquieto cuando los recuerdos de su conversación con Taehyung comienzan a hacerse cada vez más claros. Había actuado como un completo imbécil. Se pone los zapatos, dispuesto a disculparse por su comportamiento y retirarse de ese lugar, cerrando así un ciclo. Empero, el dolor que le atraviesa la cien por la resaca consigue desestabilizarlo y, sin poder evitarlo, golpea con uno de sus pies la mesita de centro, haciendo que un vaso con agua caiga y termine hecho trocitos en el suelo.
Se pone de cuclillas inmediatamente, todavía sintiéndose mareado por sus rápidos movimientos, y comienza a recoger los restos de vidrio. Cuando uno de los trozos se incrusta en uno de sus dedos, la sensación de culpabilidad lo invade. Comenzaba a frustrarle el hecho de que últimamente todo comenzaba salirle mal a un nivel totalmente exagerado. Antes de que pueda alcanzar otro resto del vaso, una mano se lo impide, tomándolo de la muñeca.
– Solo conseguirás lastimarte más –Taehyung le limpia la herida con una gaza–. No te pondré una bandita porque así el corte cicatrizará más rápido.
Taehyung recoge los restos con una escoba, los envuelve con un periódico y los mete en una bolsa negra. Jungkook simplemente lo observa, sin saber qué decir: sin saber cómo comenzar a disculparse.
– Jimin llegará en cualquier momento... –la voz de Taehyung suena cansada. A medida que se acerca, Jungkook puede ver las sombras bajo sus ojos y se siente culpable una vez más–. Deberías irte antes de... Ya sabes.
Cierra los ojos, buscando las palabras adecuadas– Lo siento.
– Lo sé –lo escucha decir, mientras se da la vuelta para dejarlo en la sala.
No está seguro en qué momento, pero ahora sujeta su mano. Taehyung se vuelve y la tristeza que encuentra en sus ojos le lastima. Si tan solo hubiera hecho todo bien desde el comienzo, pero los "hubiera" son solo eso: deseos de algo que no fue en su momento. Al menos eso pensaba hasta que Taehyung tomó su mano, uniendo sus dedos a la perfección. Algo entre ellos queda entredicho, algo que ambos saben, pero no se atreven a decir en voz alta, porque son conscientes de que probablemente ya es demasiado tarde.
Como si de repente algo hubiese golpeado a Taehyung, este afloja el agarre y Jungkook no necesita palabras para recibir una vez más el mismo mensaje.
– Adiós, Taehyung –dice, dejándolo ir y despidiéndose de manera rápida de Yoongi, que en ese momento ingresaba al departamento.
ESTÁS LEYENDO
El chico de la bufanda lila (taekook)
Romance"El amor duele tanto como reconforta" Las vidas de Kim Taehyung y Jeon Jungkook se cruzan como si ambos hubiesen estado destinados el uno para el otro, pero el silencio podría llevarlos por rumbos separados. Kim Namjoon, cegado por sus propios miedo...