35. Sombras

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El mensaje de Namjoon lo tomó desprevenido. Taehyung se había alistado para una noche de películas y eso significaba que, en ese momento, estaba en pijamas y con un tazón de palomitas de maíz. Se incorporó todavía extrañado y respondió inmediatamente. Estos últimos días Namjoon se había comportado distante, aunque a Taehyung no le incomodaba esa actitud, le resultaba extraña de su parte. Sin embargo, prefirió no preguntar y dejar que sea él mismo quien decida retomar el contacto. Así fue. Precisamente por ello ahora Taehyung se encontraba tomando una ducha de último minuto, antes de que Namjoon tocara su puerta.

Solo cuando Jimin le comunicó que este último había llegado, Taehyung se percató del nerviosismo que recorría todo su sistema. Como si fuese la primera vez que se verían. Caminó lentamente hacia la sala y encontró a Namjoon parado frente a la ventana que daba al exterior. Su semblante era serio y, por el arco de sus cejas, Taehyung supuso que algo le preocupaba.

– Hola ­–dijo Namjoon, volviéndose hacia el castaño y eliminando la distancia entre ambos, pero se detuvo, como si de repente se hubiese topado con una pared invisible que los separaba y, antes de que Taehyung pueda atravesarla, añadió–. ¿Te apetece caminar un poco?

El menor asintió. Namjoon tomó su mano y juntos partieron en dirección al parquecito que quedaba a unas cuadras del edificio. El cielo en Seúl, como de costumbre, era oscuro. No había atisbo de ninguna estrella. Los faroles del lugar trataban de reemplazar la ausencia de iluminación natural. Unas cuantas personas se encontraban paseando a sus mascotas y otras regresando a sus casas luego de una larga jornada laboral.

Namjoon lo dirige al extremo del parque donde se concentran un grupo de árboles que cubren con un manto de sombra la zona. Se ubican uno frente al otro. A pesar de la oscuridad, Taehyung puede notar el ceño fruncido del moreno. Se pregunta qué es lo que preocupa, pero no lo exterioriza.

– Lo siento –dice Namjoon y el corazón de Taehyung se acelera. Sospecha qué es lo que está venir y quiere detenerlo, empero sabe que no es correcto continuar con una relación en la que él, aunque lo desea, no puede dar su cien por ciento. No debe, no puede ser tan egoísta–. Yo ya no me siento de la misma forma que antes. He conocido a alguien más.

Solo cuando siente el sabor agrio de una lágrima en sus labios, Taehyung es consciente de que está llorando y se detesta por ello. Namjoon trata de acercarse, pero él retrocede.

– Sería mejor que te vayas –se oye decir–. Adiós, Namjoon.

El moreno asiente y, todavía no convencido, como si tuviese una lucha interna, se da media vuelta. Cuando lo ve desaparecer, Taehyung regresa a casa y, sin responder a las preguntas de Jimin y Yoongi, ingresa a su habitación. Esa noche sería larga.

El chico de la bufanda lila (taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora