"El amor duele tanto como reconforta"
Las vidas de Kim Taehyung y Jeon Jungkook se cruzan como si ambos hubiesen estado destinados el uno para el otro, pero el silencio podría llevarlos por rumbos separados.
Kim Namjoon, cegado por sus propios miedo...
Antes de tocar el timbre, echa un vistazo a las escaleras y recuerda la última vez que las usó. Ese día todo había sucedido demasiado rápido. Después del incidente de la botella, Namjoon le había dicho a Jungkook que lo ayudaría a ganarse a su chico de vuelta y ambos tomaron un taxi en dirección a la casa de este último. Él no se había percatado a dónde iban hasta que se fueron acercando cada vez más a su destino, ya que Jungkook había sido quien pidió la movilidad desde su celular.
Cuando fue consciente de dónde se encontraban, ya Jungkook lo había arrastrado hacia el ascensor y el portero solo había atinado a sonreír, confiando tal vez en que él conocía al muchacho que se movía torpemente a su lado. Al darse cuenta de que se habían detenido en el piso equivocado, el pelinegro se dirigió a las escaleras, sin escuchar ya a Namjoon cuando le decía que debían dar media vuelta. Por ello, sin previo aviso, Jungkook había tocado la puerta del departamento que reconoció como el de Taehyung y, tras unos largos minutos, vio salir al castaño.
Escuchar la conversación entre ambos había sido doloroso, y ver a Taehyung sostener a Jungkook aún más. Sabía que no estaba siendo justo, porque el chico estaba totalmente intoxicado por el alcohol y Taehyung solo estaba ayudándolo, pero le era inevitable deshacerse de ese sentimiento.
Cuando ambos ingresaron al departamento, Namjoon sintió que debía irse y no logró esquivar la pregunta que comenzaba a surgir en su mente. ¿Era por Jungkook que las cosas entre ellos no funcionaban como él había esperado? No encontró ninguna respuesta ni estaba seguro de querer hacerlo.
Esa noche se le hizo eterna. Solo cuando recibió un mensaje de texto de Jungkook contándole que se había desmayado y terminó durmiendo en el sillón de la sala, pero que estaba ahora ya en casa y que las cosas con Taehyung no se habían arreglado, pudo conciliar el sueño.
Con esos recuerdos en mente, tocó el timbre, escuchó unos pasos apresurados acercarse a la puerta y, cuando esta se abrió, pudo ver a Taehyung. Lo saludó con un casto beso en los labios y, luego de un corto viaje en auto, ambos se detuvieron en un restaurante.
Durante la cena, conversan y, cuando Namjoon le pide a Taehyung que le cuente un poco sobre sus planes, el castaño con una sonrisa despampanante en el rostro le confía sus metas y miedos. En ese momento, Namjoon es consciente de que debe tomar una decisión que, sabe, los lastimará. Quiere ser egoísta y aferrarse a él, pero no puede. No debe.
Cuando llega la hora de despedirse, lo aborda, adueñándose de sus labios. Debe detenerse, pero no quiere, no puede, así que profundiza el beso y Taehyung le responde con la misma intensidad. Quiere desesperadamente entregarle todo sin reparos: cuerpo, mente y alma.
La sensación de una adolescencia pasada lo acoge cuando Taehyung enreda sus brazos en su cuello. Namjoon deja de lado cualquier reparo y acerca al chico a su cuerpo. El calor de ambos pronto amenaza con convertirse en un completo incendio. Sin embargo, el moreno decide pausar un poco el curso. Por uno que otro movimiento inexperto, sabe que Taehyung está experimentando esto por primera vez.
– Te amo –susurra en el oído del menor.
El castaño sale de su escondite y lo mira directo a los ojos. Es hermoso, piensa Namjoon y se lo hace saber. Taehyung, con cierta timidez, lo guía hacia su habitación. El moreno duda por un momento, pero cuando da un paso dentro, se permite solo amar y sentirse amado.
Como si con cualquier movimiento brusco, el castaño fuese a romperse, Namjoon acaricia su cuerpo con delicadeza y deja que Taehyung haga lo mismo con él. Quiere recordarlo todo. Con ese pensamiento grabado en su mente, se hunde en aquel precioso chico que, luego de unos minutos, comenzaba a deshacerse con gemidos bajitos.
Namjoon siente que ha encontrado a su otra mitad. Sin embargo, esa noche, a pesar de sentirse completo, el corazón le duele, porque sabe que, aunque así lo desee, nunca podrá prometerle la eternidad.
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Nota: perdón por no meterle más info (¿?) a las escenas romanticonas +18. Prometo mejorar :(
