76. Sanar (Seokjin)

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Habían pasado ya más de tres años desde que Namjoon había dejado de estar a su lado físicamente y todavía seguí sintiendo una increíble nostalgia cada vez que algo le recordaba a él. Para su bien o mal, eso pasaba a menudo, ya que hasta hace unos meses no había tenido el coraje de dejar el lugar que habían comprado para vivir juntos. Soltar o dejar ir fue algo que para Seokjin fue sumamente difícil. Lo había tenido todo por un corto tiempo, pero ello había sido suficiente para que su corazón se negara a aceptar que aquello no volvería a suceder.

Sanar. Ese era el término. Seokjin lo había odiado. Nunca había sido de las personas que iba al psicólogo o terapia por cosas que le pasaban en la vida, por lo que tampoco había sido espiritual. Todas esas cosas le parecían innecesarias, al menos para él. Por eso, se había sentido presionado cuando todo su entorno le hablaba al respecto. Incluso lo había intentado y, muy tarde, había comprendido que cada persona tenía sus propias maneras de lidiar con los diversos escenarios de la vida.

Finalmente, había decidido escucharse a sí mismo, como se lo habría aconsejado Namjoon, y decidido irse a una casa de campo por un tiempo, hasta que volver a Seúl dejase de ser doloroso. Le había costado aprender a amar Namjoon, que ahora le tocaba aprender a dejarle ir. Creía que lo estaba haciendo bien. Soltar el recuerdo de Namjoon no significaba olvidarlo por completo, implicaba soltar los recuerdos tristes y valorar más los momentos en los que habían sido felices, porque la vida seguía. Namjoon se lo había dicho: la vida no esperaría y él debía continuar, sabiendo que se habían amado lo suficiente y que ahora cada uno debía ir por caminos distintos, hasta que sus destinos tal vez lo volviera a reunir en otros tiempos y épocas.

Por ello, desde hace unos días, Seokjin había retomado lentamente el contacto con algunos amigos y atrevido a salir con estos. No estaba listo para conocer a otras personas, pero tampoco le rehuía a la idea, ya que Seokjin eventualmente se había conciliado con la posibilidad de volver a amar. Sanar. Eso era lo que se había prometido hacer y estaba haciendo desde hace un tiempo. 

El chico de la bufanda lila (taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora