Capítulo 64

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Capítulo 64

En el momento exacto en que nuestro coche se paraba en el claro del bosque, ahora en penumbra tras haberse ocultado la poca luz que quedaba, un vehículo blanco todoterreno con las luces apagadas se acercó lentamente hasta nuestra posición. Segundos después, Kate salió dejándose ver, esperando alguna señal.

-Bien, bajemos. –Dijo Eric con serenidad, mientras abría la puerta y salía, para después dirigirse hacia la vampiresa, y que esta hiciera una reverencia al tenerlo cerca.

En cuanto pisé tierra firme agarré la mano de Albert sin dilación, y avancé unos pasos junto a él hasta quedar a la altura de Eric.

-Me alegro de volver a veros, aunque hubiese sido mejor en otras condiciones. –Saludó la rubia con una pequeña sonrisa. Enseguida se detuvo en el niño, pasando una mano por su pelo, con cariño.

-Igualmente, Kate. Gracias por lo que estáis haciendo.

-No es necesario, Nadine. –Agregó con una bonita sonrisa, para después ponerse seria y mirar fijamente a Eric. –Cuando dé la orden, mi rey.

-Tengo que volver a casa de los Cullen, a seguir planeando el viaje de mañana, así que os dejaré solos hasta que vuelva Rosalie y Emmett; no tardarán mucho. Después viajad lo más rápido que podáis y avisad a Carlisle cuando estén a salvo.

La vampiresa asintió, para después volver a postrarse ante el vikingo mientras este clavó sus fríos ojos en los míos.

-Nos veremos pronto, Nadine. –Se despidió de forma gélida mirando a Albert de igual manera, para después salir con paso firme hacia el coche.


Tras un día y medio de viaje a contra reloj, comenzamos a divisar la pequeña casa de madera perdida en las profundidades del bosque helado de finales de otoño. El lugar era precioso, cubierto por la fina capa de luz del amanecer.

Todos seguimos a la rubia hacia el interior de la casa, la cual no era tan pequeña desde dentro. Todo era de madera, muy acogedor y clásico.

-Hay dos habitaciones con camas de matrimonio arriba. -Informó al vampiresa mientras encendía la luz en el interior de la vivienda, y Emmett descargaba las dos maletas en el suelo.

-Muchas gracias, pero creo que dormiremos en la misma habitación. –Respondí agarrando la mano de Albert.

-Como quieras. Ahora tengo que volver con mis hermanas. Si necesitáis algo, llamad.

Todos asentimos y la observamos durante un instante con una agradable sonrisa hasta que se fue. Acto seguido, Rosalie llevó a Albert a una de las habitaciones, con las maletas para ordenar nuestras pertenencias.

-Voy a avisar a Carlisle. –Murmuré con el móvil en la mano, mirando levemente a Emmett, quien asintió con una leve sonrisa desapareciendo por la escalera hacia el piso superior.

El rubio contestó al primer tono, con voz serena y dulce.

-¿Qué tal va todo, cariño?

-Todo está bien. Hemos llegado sin que nadie nos molestara. Kate acaba de irse con Tanya y los suyos. ¿Cómo van las cosas por allí?

-Todo está en orden. Saldremos esta noche en el último vuelo hacia allí. Eric nos ha contado que sus espías han descubierto que los Vulturi piensan atacarnos esta semana. Están muy organizados.

-Quizás sea una trampa, ellos también tienen que tener espías.

-Lo hemos pensado. Eric va un paso por delante, no te preocupes. ¿Cómo lo está llevando Albert?

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