Capítulo 77
Tras un par de días las cosas se habían estabilizado, y en mi favor, lo que me hizo sentir algo mejor, aunque desde luego la paranoia del envejecimiento aún seguía latente en mí; era algo de lo que sabía que ya no podría librarme a estas alturas.
Inga, para mi sorpresa, se había mantenido en la retaguardia durante aquel lapso de tiempo, así que por fin pude estar más tiempo con Carlisle y olvidarme de aquellos irracionales celos, haciendo que todo volviera a la normalidad. Tanto era así, que incluso me encontraba de buen humor hasta con Eric, a pesar de que jamás habíamos tenido una cordialidad extrema el uno con el otro.
Después de otro día más de trabajo, llegué a casa cuando el sol ya se había ocultado, sabiendo que Carlisle no estaría allí. No obstante, me sentí en total calma, con lo cual entré en la casa llamando a mi hijo con una sonrisa en el rostro.
El rubio llegó raudo y me abrazó con ímpetu mientras le preguntaba que cómo estaba, y le entregaba un libro que había conseguido para él.
-Mamá, Eric está esperando dentro. Está con tía Rosalie.
-¿Qué hace aquí?
-Esperar a papá.
-Voy a verlo. Cielo, deberías irte arriba, ¿vale?
-Está bien. –Respondió resignado el niño tras un suspiro, alejándose por el pasillo.
Sabía que se lo pasaba muy bien escuchando a Eric, pero no era la mejor influencia para un niño que aún está formándose. No le importaba decir palabrotas o hablar de cualquier salvajada sin miramientos. No sería muy buena madre si le dejará estar mucho con el vikingo.
Entré en el salón y ambos vampiros me miraron. Rosalie se levantó en el momento en el que entré, y se disculpó para salir del lugar.
-¿Qué tal, Nadine? Te veo más relajada que hace días.
-Estoy muy bien, ya pasó todo eso.
-Vaya, ya me estaba haciendo ilusiones de acabar enrollándonos.
-Lo siento, Eric, no me separaré de Carlisle nunca. –Respondí con una pequeña sonrisa debido a su comentario. –Por cierto, ¿tienes algo que ver con que Inga se haya cansado de ir detrás de él?
-No te hagas ilusiones todavía, Nadine. Inga ha estado fuera un par de días, reencontrándose con unos viejos amigos en Washington, pero vuelve mañana. Es muy terca y orgullosa, jamás se da por vencida en algo. Siento que tu paz vuelva a acabarse.
-Ya decía yo que era demasiado bonito para ser verdad.
-Aún así, si confías en Carlisle, ¿qué tendría que salir mal?
-Claro, lo sé. Es sólo que tuve una discusión con ella el otro día, y hemos empezado una guerra. Dice que va a conseguir volver a acostarse con él.
-Bueno, si eso pasase, ya sabes donde estoy para vengarte. Le sentaría muy mal saber que su creador se tira a la mujer que más odia en el planeta.
-Qué amable... –Respondí con ironía, mirándole mientras arqueaba una ceja. –No esperes que me planteé si quiera esa oferta, Eric.
-Tú misma.
En aquel momento Carlisle entró en la estancia, cortando nuestra conversación. Rápidamente se acercó a mí y me besó, para después dirigirse a Eric con un leve movimiento de cabeza. El vikingo se levantó entonces y volvió a tomar la palabra.
-Deberíamos irnos, Carlisle. A nuestros invitados no les gusta esperar.
-¿Dónde vais? –Pregunté, mirando a mi marido.
-Los tratados de paz con los hombres lobos acaban de vencer, debemos reunirnos de nuevo y volver a fijar las fronteras, las restricciones...
-¿Hay hombres lobos? -Le corté con sorpresa, sin saber muy bien por qué.
-Nadine, vives con vampiros desde hace años. Existe todo lo que puedas llegar a imaginar. Bueno, vámonos; te esperaré fuera. –Añadió serio Eric, para después, salir de la estancia y dejarnos solos.
-No será peligroso, ¿verdad? –Le pregunté al rubio con preocupación, acercándome unos pasos a él.
-Tranquila, hace años que tenemos una buena relación con ellos, viven en la reserva del otro lado del pueblo.
-Vale, menos mal, sería lo que nos faltaba. Por cierto, cambiando de tema. ¿Has hablado estos días con Inga?
-No, está de viaje. Sólo sé que vuelve mañana, al final de la tarde. ¿Qué pasa? –Preguntó mirándome con preocupación, mientras yo trataba de pensar cómo esquivar el tema, de forma que no parecía de nuevo celosa.
-Sólo me parecía raro que no estuviera detrás, ya sabes –Respondí riendo tontamente–. Bueno, vete ya, Eric te espera.
-Voy a ver a Albert un momento y me iré. Te quiero, Nadine, y tranquila; Inga no nos molestará más.
-Vale. -Respondí sonriéndole levemente, para después besarle con lentitud y ternura.
Llegado el día siguiente, después de salir de trabajar, pensé en ir al trabajo de Carlisle. Sabía que aquella tarde saldría pronto, con lo cual me dirigí al hospital sintiéndome culpable por haber dudado de él de esa forma sin tener motivos. Siempre se había comportado como un caballero conmigo, y jamás había hecho algo que me hubiera dañado. Era tan estúpida que no entendía cómo no se había enfadado conmigo aún en todos estos años.
Caminé por los pasillos ya poco iluminados y vacíos del hospital hasta llegar al de las consultas médicas, donde un hombre fregaba el suelo abstraído, sin muchas ganas. Le saludé amablemente y continué mi camino hasta llegar frente a la consulta de Carlisle, pero antes de llamar a la puerta escuché la voz de Inga en el interior, por lo cual pegué la oreja a la madera sin hacer ruido.
-Ya empezaba a echarte de menos, Carlisle. -Habló con voz provocativa mientras escuchaba como sus pasos avanzaban, alejándose de la puerta.
-Deberías haber ido a ver a Eric primero, Inga. Te estará esperando.
-Él puede esperar, pero nosotros no. Vamos a recuperar el tiempo perdido, Carlisle. Esta noche, haremos el amor como jamás lo hemos hecho, y por supuesto, no podrás contárselo a tu mujer; no sabrás que ha pasado.
No entendía muy bien esas palabras, pero automáticamente me despegué de la puerta y me desplacé hacia la derecha, donde pude contemplar por la ventana de la consulta, entre las rejillas de las persianas, como ambos se besaron eufóricamente, con una pasión totalmente exacerbada.
Sentí que me apuñalaban con saña al contemplar como Carlisle la seguía el juego muy gustoso, como si se hubiera estado conteniendo durante mucho tiempo y por fin pudiera tenerla. Pero no pude continuar respirando cuando vislumbre con sumo dolor como cogía a la vampiresa a horcajadas y la apoyaba contra la pared, comenzando a desnudarla.
¡Gracias a todos por leer!
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Una nueva esperanza
FanfictionLuz en la oscura y trágica vida de una joven. Luz para un hombre que vive enfrascado en la eternidad sin remedio alguno. Cuando los caminos se cruzan, surge una nueva esperanza. CarlisleXoc