Shiara, una chica de 18 años de edad; la cuál desde pequeña su mayor sueño ha sido ser la mejor patinadora artística en hielo. Desde muy pequeña siempre ha participado en eventos y torneos de patinaje artístico sobre hielo, pero luego de terminar la...
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—Entonces te irás —dice Adeline a mi lado con un matiz de tristeza en su voz.
—Así es —dejo escapar un suspiro.
—Aún no entiendo el por qué —habla esta vez Lily arrugando sus cejas en modo pensativo.
—Tampoco yo. Ya les dije que el director no me dió explicaciones; solo dijo que cuando vuelva me espera una gran labor.
—Mmm, extraño —dice Adeline.
—¿No tienes idea de lo que pueda ser? —secunda Sam esta vez.
—Ni la mas mínima idea —digo cuando cierro el zipper de mi maleta ya lista.
—Es extraño —dice pensante.
—Si que lo es —la secunda Adeline.
—Bueno pero ahora lo que importa es que tienes una semana para estar fuera de esta cárcel llamada academia para ir a casa a con tu familia —me dice esta vez Lily sonriente sonando emocionada —Aunque espero que esta semana pase pronto porque ya estoy fisgoneando por saber cual es esa gran labor de la cual habla el director.
—Solo espero que no me ponga a podar los jardines sola como la primera vez —digo y todas en conjunto nos echamos a reír.
—Valla día ese —dice Ade entre risas.
—Bueno pero ya tienes que irte —me anima Sam.
—Si, ve y disfruta tus vacaciones. No te olvides de saludar a mis padres por mí —secunda Ade.
—Si, ya es hora de irme. No me extrañen mucho que solo me iré una semana —digo agraciada y Lily me lanza una almohada risueña.
—Descuida, estaremos bien.
Hago el amago de ir a darles un abrazo de despedida a las tres pero Lily me detiene.
—No, sin nada de zalamerías chica —se queja y todas se vuelven a reír.
—Bueno —me resigno. —Entonces hasta la próxima semana —me despido con la mano.
—Ay, no le hagas caso a Lily, sabes que tiene una vida amargada luego de su ruptura con el rubio —dice Adeline dándome un abrazo, al cual luego de unos segundos Sam también lo hace. Y por otro lado se escucha a Lily refunfuñar.
—Que pases una linda semana —me dice Samy cuando nos separamos del abrazo.
—Gracias, igual para ti —le sonrío antes de alar a Lily a un lugar apartado de la habitación lejos de las demás chicas.
»Tienes que reconciliarte con Byron. No pueden ambos seguir como si no existieran uno del otro y sufriendo a escondidas la falta mutua que se hacen «la aconsejo.
—¿Cuántas veces te diré que no...
—¡Lily! —la interrumpo —Ya basta, no lo ocultes más porque solo te estás haciendo daño a ti misma cuanto más lo niegues. Admite que te enamoraste, admite que te equivocaste. Y más vale que sea pronto porque el tiempo pasa y nada es para siempre, lo vas a perder —le advierto antes de atraerla a mí en un abrazo —Te quiero. Solo te lo digo por tu bien —me separo de ella y la miro a sus oscuros ojos grises —Arreglen las cosas —Le doy una sonrisa de boca cerrada.