SAMY
1 mes antes...
Estoy en la habitación, sentada en la cama mientras releo por décima vez la saga de Harry Potter.
Tendré que ir pronto a una biblioteca en busca de nuevos libros. Solo es cuestión de tiempo para conseguir el dinero necesario.
Escucho como alguien toca la puerta de la habitación, y me imagino que debe ser Austin, puesto que quedamos en estudiar juntos hoy, ya que en pocos días tendremos exámenes, como todos los fines de mes.
Pero a las chicas parece no importarles tanto como a mí, pasan el día ocupadas en otras cosas.
Me paro de la cama y con mis manos acomodo mi cabello y mis gafas y me dirijo hacia la puerta. En donde con algo de torpeza y nerviosismo tomo el pómulo de esta entre mis manos y lo giro lentamente, abriendo la puerta y encontrando frente a mí un risueño Austin que lleva colgada su mochila en un solo hombro.
-Hola -me saluda con un beso en la mejilla.
-Hola -le sonrío tímidamente e inmediatamente siento como mis mejillas se calientan.
-¿Vamos? -me pregunta aún con su típica sonrisa cálida en su rostro.
-Eh, si, solo tomo mis libros -tibuteo un poco y me dirijo a mi tocador en donde dejé organizados la pila de libros que usaremos y la tomo entre mis manos dirigiéndome de vuelta a la salida -Ahora si -le hablo dándole una sonrisa de labios cerrados y cerrando con cuidado la puerta detrás de mí.
-Ven, te ayudo con eso -me dice Austin a mi lado, haciendo referencia a los libros que traigo entre manos e intenta tomarlos pero lo aparto.
-Oh no, yo...yo puedo llevarlos -digo con voz temblorosa.
-No, yo los llevo -lo logra alcanzar y los hala para quitarmelos pero yo también los halo para el lado contrario.
-No, yo los llevo -digo lo mismo que él hace un segundo y seguimos halando los libros de un lado a otro, hasta un punto donde todos caen esparcidos en el suelo.
-Oh, yo lo siento -se disculpa.
-No pasa nada -digo y me agacho para recoger los libros, pero él lo hace también y nuestras frentes chocan -Aush -digo mientras froto mi frente ahora adolorida.
-Lo siento -me da una sonrisa amistosa, y yo me vuelvo a sonrojar mientras el recoge todos los libros que están esparcidos en el pasillo. Se pone de pie y me tiende una mano para ayudarme a levantar, la cual tomo y en silencio nos dirigimos a la biblioteca.
Al llegar a la gigantesca biblioteca de la academia seguimos nuestro silencioso camino hacia una de las tantas mesas que hay en esta. El ambiente en la biblioteca es igual que siempre, un silencio rotundo, tranquilizante y relajante, para mi el escenario perfecto.
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Llamas Sobre Hielo
Teen FictionShiara, una chica de 18 años de edad; la cuál desde pequeña su mayor sueño ha sido ser la mejor patinadora artística en hielo. Desde muy pequeña siempre ha participado en eventos y torneos de patinaje artístico sobre hielo, pero luego de terminar la...