Shiara, una chica de 18 años de edad; la cuál desde pequeña su mayor sueño ha sido ser la mejor patinadora artística en hielo. Desde muy pequeña siempre ha participado en eventos y torneos de patinaje artístico sobre hielo, pero luego de terminar la...
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Antes de leer: Pido disculpas con anticipación por los posibles errores de redacción que encuentren en el capítulo.
Como excusa tengo el echo de que este tipo de narrador es muy nuevo para mí, y aún no estoy familiarizada con él, es por eso que también pido un poco de su comprensión.
Ya sin más, los dejo con su lectura...
"Espero y les guste el capítulo :)"
NARRADOR OMNISCIENTE
Mientras unos celebran en alguna parte del mundo sus victorias y concilios, otros arden en la llama de la rabia y la derrota de las primeras batallas, más no de la guerra final. Y algunos... pues le dan los últimos detalles a su estructurado plan vengativo que lleva siendo planeado desde hace meses e incluso años, creando últimas alianzas.
Alaska, 24 de octubre 2021
Repasando su plan mentalmente una y otra vez, mientras una sonrisa ladina y victoriosa se posa en sus labios desde ya, sin siquiera enfrentarse primeramente a la bestia, ya que va con la certeza de que suya es la victoria, se dirige la castaña al lugar de encuentro pautado por el chico de ojos negros, observando a través del cristal trasero del taxi los transeúntes que transitan las calles de Anchorage.
Mientras que, por otro lado, en el restaurante más sofisticado de la ciudad; el cual se encargó el pelinegro de reservar completamente solo para dos, gastándose así parte de su recompensa por el segundo puesto en las finales. Se encuentra un chico bastante ansioso y nervioso a la espera de su invitada, o bueno, rogándole a la divinidad porque sí llegue, ya que el pedestal de billetes que se gastó solo por complacerla no merece ser tirado a la basura así por así.
Mandó a decorar todo para que sea una cena a la luz de las velas, y ramos de rosas rojas están ubicados en lugares estratégicos del restaurante. Una sola mesa protagonista está ubicada en el centro del salón; cubierta con un largo mantel color crema, mientras platos y cubiertos para dos reposan sobre la mesa, ubicados uno frente al otro, y como toque final y portándole más elegancia a la velada, sofisticados candelabros decoran la mesa y un ramo de rosas rojas ubicado justo en su centro.
Es la quinta vez en la noche en la que el pelinegro se seca el sudor de las manos en la tela de su pantalón, ansioso y podría decirse que un tanto nervioso. Mira el rolex de oro blanco envuelto en su muñeca por décima vez, viendo el retraso que ya lleva la castaña.
Un mesero se le acerca para confirmar el menú de la noche, mientras el chico toma asiento en la mesa sacando su celular para navegar en las redes sociales dándole tiempo a su chica.
Pero pasa media hora y nadie entra por la puerta aumentando el estrés y la ansiedad del chico de ojos negros.
Alza la mano haciéndole una señal al camarero, para ordenar una copa de agua e intentar calmar su desespero, mientras se acomoda en su asiento para seguir en espera de su lucero.
