Shiara, una chica de 18 años de edad; la cuál desde pequeña su mayor sueño ha sido ser la mejor patinadora artística en hielo. Desde muy pequeña siempre ha participado en eventos y torneos de patinaje artístico sobre hielo, pero luego de terminar la...
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OCTAVIO
05 de marzo del 2021
Una semana después de la llamada de Viggor...
—Mira este vestido —escucho como Ada me habla, mientras yo estoy sentado en un sillón de la tienda haciendo acopio de mi paciencia —¿Te gusta amor? —me pregunta y yo alzo la vista para observar tal vestido, es un vestido rojo vino algo corto, para nada revelador, bastante básico. Pero para que no me moleste asiento con la cabeza.
Estaba desde ayer grita y grita detrás de mí que quería venir de compras. Para que no me taladre la cabeza hoy decidí venir. Pero tengo que decir que esto es más aburrido de lo que pensaba.
He estado más atento mirando a todos lados, ya que la última llamada de Viggor me dejó en alerta.
¿Cómo diablos sabía que estaba tomando clases de tiro si es un lugar privado? La única respuesta que tengo hacia eso es que me estaba siguiendo, me está observando de cerca, por eso tengo que estar alerta porque no sé cuándo vendrá su primer ataque.
Escucho mi celular vibrar por la llegada de un mensaje pero no le hago caso y sigo concentrado en rascar mi barbilla mientras veo a Ada hablar con la asesora del lugar, y se mueve de aquí para allá en busca de más ropa.
—Oh madre mía lo había olvidado —la veo revisar su celular y hablar al lado mío.
—¿Que cosa? —pregunto con desinterés.
—Mañana es el cumpleaños de Shiara. Recibí un mensaje de Lily invitándome a una fiesta sorpresa —habla y me quedo escuchando atento, pero luego saco el celular de mi pantalón para revisarlo, y encontrarme con la misma invitación.
—Ah —es lo único que digo.
—Tengo que comprarle un regalo pero no sé qué, ¿Que opinas de una lencería sexy para que la luzca con mi hermano? —me pregunta y como por instinto tenso la mandíbula y aprieto mis puños con fuerza —¿Qué pasa? ¿No te parece un buen regalo? —me vuelve a preguntar pero yo giro mi rostro a otro lado para no enojarme más.
—Compra lo que quieras —le digo entre dientes y empiezo a caminar hacia otro lado.
—¿A dónde vas? —me pregunta pero sigo mi camino fuera de la tienda.
Lo cierto es que me enamoré. Si, ya, lo admito. Me enamoré de aquella figura delgada de largo cabello castaño.
Todo pasó en Holanda, pero me alejé. Me alejé porque tuve miedo, no sabía cómo lidiar con ese sentimiento ya que era algo completamente nuevo para mí, nunca lo había sentido con nadie más.
Pensé que si me alejaba y fingía que nada me importaba la olvidaría, hasta aguanto a Ada solo con ese objetivo. Pero no, no fue así, creo que hice todo lo contrario, solo hice que mis ganas hacia ella se incrementaran, y cada vez que la veo hablar, o estar cerca de Albert o de cualquier otro chico me dan ganas de quemar el mundo y gritarles a todos que es mía.
