CAPÍTULO 52

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SHIARA

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SHIARA

Me encuentro conduciendo de regreso a casa, ya que decidí salir a patinar un poco para distraerme y matar el aburrimiento, puesto que Charlotte hoy tiene una reunión de universidad y no sé a que hora sea capaz de llegar.

Pocos minutos después me encuentro entrando mi camioneta al garaje de la casa. Para luego de estacionarme bajarme de esta, buscar mis llaves y entrar a casa.

Al cerrar la puerta a mis espaldas todo a mi alrededor se ve más oscuro que de costumbre, e incluso siento una vibra extraña, una vibra que no es de fiar. Pero ignoro la situación obligándome a creer que todo es producto de mi imaginación y me encamino hacia el interruptor del recibidor de la casa, el cual no tardo en encontrar, enciendo el foco, le doy un rápido vistazo a mi alrededor y todo se ve tal cual como lo dejé.

Sigo hacia la sala de estar, en busca de las escaleras para ir a mi habitación directamente. Al esta encontrarse plenamente oscura también busco el interruptor para encender la lámpara colgante.

Camino hacia las escaleras pero me paro en seco al ver un camino de cabello subir por esta y seguir a no sé donde. ¿Cabello?, Si cabello, no sé si es humano o postizo pero es cabello.

Me quedo un largo tiempo mirando el panorama, no sé si pasan segundos o minutos ya que pierdo la noción del tiempo a mi alrededor. Solo sé que tomo una gran bocanada de aire; llenado de aire mis pulmones, aprieto mis puños a mis costados; llenándome de valor, muerdo mi labio inferior levemente y empiezo a subir escalón por escalón despacio.

No sé si solo es producto de mi imaginación, pero siento que mientras más subo las escaleras más sube la tención a mi alrededor.

El camino de cabello me guía directamente hacia la puerta de mi habitación.

En las películas románticas siempre ví que hacían esto con flores, pero con cabello es muy peculiar. Pero lo que si sé es que si abro esta puerta lo que menos encontraré es a mi príncipe azul allí dentro, arrodillado con un anillo de bodas entre sus manos.

Ahora mismo estoy de pie frente a la puerta de mi habitación, sopesando en mi interior el si abrir o no esa puerta de madera.

Y como hace apenas pocos minutos me quedo de pie por un largo tiempo perdiendo la noción del tiempo una vez más.

Vuelvo a tomar una bocanada de aire reteniendo el aire unos segundos. Llevo una de mis manos hacia el pómulo de la puerta sujetándolo entre esta con algo de fuerza, dejo escapar la bocanada de aire que aún tenía retenida lentamente, y con la misma lentitud giro el manubrio.

Al abrir por completo la puerta de mi habitación todo se ve normal, o bueno, esta está completamente oscura y no se puede ver nada.

Dejando la puerta abierta doy un paso dentro, y de repente un olor putrefacto se toma mis fosas nasales. Busco el interruptor de mi habitación de inmediato, pero el foco de esta no enciende por más que insisto.

Llamas Sobre HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora