CAPÍTULO 56

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SHIARA

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SHIARA

Tienes que aceptar —chilla Lily cuando termino de contarles el motivo de mi visita a la oficina del director.

—Es una oportunidad grandiosa —la sigue Adeline.

—¿Qué es una gran oportunidad? —pregunta una suave y dulce voz a mis espaldas.

—A Shiara le han ofrecido un puesto en una academia en Alaska —le contesta Adeline dando varios aplausos.

—Ay valla. Felicitaciones... Aunque nunca había escuchado
sobre una academia en Alaska —dice pensante a lo que toma asiento a nuestro lado.

—Ninguna de nosotras aquí. El director me explicó que al parecer se mantienen en anonimato, ya que a ellos mismos les gusta reclutar a sus propios patinadores —le explico a Sam frente a mí.

—Ahh, ya veo. Muchas felicidades entonces Shiara, te mereces eso y más —me sonríe abiertamente.

—Gracias —le devuelvo la sonrisa.

—¿Pero qué harás al final?, ¿Aceptarás o no? —Me vuelve a preguntar Lily.

—Es una oportunidad que no se ve a diario, y sé que me abre muchas puertas. Después de hacer una larga investigación sobre esa academia y darme cuenta de que si existe, decidió que sí iré. En internet aparece información sobre ella aunque no en abundancia, solo me quedará hablar con mis padres sobre esta decisión.

—Presiento que será una de las mejores decisiones que habrás tomado en tu vida —Lily me da un apretón en mi pierna, yo solo le sonrío.

—¿Y cuándo te vas? —Me pregunta esta vez Sam.

—En dos días.

—Y vuelve en tres meses o más —termina Adeline por mí.

Me quedo unos minutos más conversando con las chicas, para más tarde ir a un entrenamiento, y al regresar en la noche a mi recámara tomar un baño, bajar a cenar, y volver a subir a la habitación en un vídeo llamada con mis padres.

—Todo depende de ti cielo, sabes que nosotros te apoyaremos siempre —dice mamá del otro lado de la línea.

—Estoy de acuerdo con tu madre en todo cariño. A pesar de que me gustaría que hiciera alguna carrera universitaria concerniente a lo que se maneja en nuestras empresas no puedo decidir por ti. Sé que desde pequeño tu sueño siempre ha sido el patinaje y no hay nada que te detenga; ni tu madre, ni nuestra empresa familiar, ni yo, nadie. Yo cumplí todos mis sueños, es justo ahora que te deje cumplir los tuyos. La decisión está en tus manos —habla esta vez papá.

—Quiero ir a Alaska —confirmo —A veces tenemos que tomar riesgos para llegar al final de nuestras metas, y esos riesgos en mi caso es alejarme aún más de ustedes por un largo tiempo y de los amigos que he hecho acá hasta ahora. Pero promete meterle muchas ganas de volver sin las manos vacías.

Llamas Sobre HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora