CAPITULO 24

331 32 123
                                    

SHIARA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SHIARA

Luego de regresar del duro entrenamiento pasamos al restaurante del hotel y comemos algo.

Luego subimos a nuestra habitación para ducharnos e irnos a la competencia.

Estoy algo triste ya que no podré recibir el nuevo año junto a mi familia como quería, pero llamé a mamá, le expliqué todo y ella me comprendió a la perfección.

-Pido la ducha primero -le digo a Octavio mientras busco algo en mi guarda ropas para ponerme.

Creo que tendremos que ir a comprar algunas prendas de vestir a la tienda, ya que solo íbamos a durar un día acá traje muy poca, las cuales no me bastarán para tres días, y por el poco equipaje de Octavio pienso que está en las mismas que yo.

Luego que elijo mi outfit me adentro al baño.

Tenemos que estar en media hora nuevamente en la escuela de patinaje.

Solo vinimos a comer y a ducharnos, ya que allá nos cambiaremos.

Estoy algo nerviosa, que digo algo, estoy muy nerviosa por esa competencia.

Nunca había competido en una escuela tan profesional y con tantas personas viéndome, incluso en la televisión.

Tomo una ducha rápida de cuerpo completo con agua caliente y luego salgo de la ducha cambiándome con la ropa que elegí.

Al salir del baño Octavio ingresa rápidamente y yo mientras el termina seco mi cabello con la secadora de pelo.

Unos minutos después Octavio sale de la ducha ya cambiado y con su cabello húmedo, el cual cae en mechones hacia delante pegándose a su frente.

-Vamonos, no podemos llegar tarde -me dice.

-Si -es lo único que respondo, tomo la bolsa donde se encuentra mi vestuario y salgo de la habitación de prisa con Octavio pisándome los talones.

Al salir del hotel tomamos un taxi y nos dirigimos a la escuela de patinaje, llegando a esta en un santiamén.

Si ADPASH es una escuela gigante esta lo es el triple.

Tiene unos grandes portones, los cuales están abiertos de par en par mientras guardias vigilan la entrada.

Nos identificamos con los guardias como participantes de la competencia y de inmediato estos nos dejan pasar.

Un mozo nos recibe dirigiéndonos al que será nuestro camerino.

El jardín es bastante amplio y hermoso, pero no se aprecia del todo bien ya que todo está cubierto de nieve y solo se ve un piso blanco.

Entramos a un edificio mientras seguimos al mozo y cada vez mis nervios aumentan más y más.

Tengo ambas manos metidas en los bolsillos de mi grueso abrigo y estás sudan de los nervios.

Llamas Sobre HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora