CAPITULO 21

335 32 99
                                    

MARATÓN 2/4

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MARATÓN 2/4

SHIARA

—¿Que fue eso? —me pregunta Charlotte mientras conduce de regreso a casa.

—¿Que cosa?.

—No te hagas la desentendida, sabes perfectamente que te estoy hablando de ese chico del restaurante.

—¿Que chico? —finjo demencia y esta me da una rápida mirada con una ceja enarcada.

—Ay hermanita, te conozco muy bien, pero si no me quieres hablar del tema lo comprendo.

—No sé de que me hablas Charlotte —Me encojo de hombros.

—Como digas — es lo último que dice antes de seguir con la vista fija en la carretera mientras conduce.

Al llegar a casa, ya cuando estamos en el garaje de la casa bajamos todas las bolsas del maletero del coche y luego entramos a casa.

—¡Nohelia! —chillo cuando la veo desempolvando los adornos de la sala de estar.

—Niña Shiara —me da una de sus grandes y hermosas sonrisas antes de dejar lo que esta haciendo y venir hacia mi en un abrazo —Tiempo sin verte, te extrañé mucho.

—Yo a ti Nohe —le digo mientras le correspondo el abrazo.

—Y cuéntame cómo te va en la academia —me dice invitándome a sentar al sofá.

Me quedo hablando un largo tiempo con Nohelia y Charlotte en el sofá, hasta que decido subir a mi habitación por una ducha.

Al llegar a mi habitación dejo todas las bolsas encima de mi cama antes de empezar a desvestirme.

Luego ingreso al baño y tomo una ducha de agua caliente, pero esta vez decido no lavar mi cabello.

Salgo del baño y me pongo ropa interior y luego un chandal gris con unas pantuflas negras y me hago una coleta algo despeinada.

Me acerco a mi cama y vacío todo el contenido de las bolsas encima de esta. Para luego ir en busca de perchas libres a mi clóset para enganchar todas las ropas que  compré.

Al terminar de arreglar toda mi ropa y colocarlas en orden en mi clóset, tomo todas las bolsas y me dirijo con ellas hacia la cocina, ya que ahí mamá tiene un lugar donde solo guarda bolsas para la basura.

—¿Tienes hambre? —me pregunta Nohelia cuando entro a la cocina.

—No Nohelia, gracias —digo por último antes de volver escaleras arriba.

Me lanzo en la cama con mi celular al llegar a mi habitación.

Y ese recuerdo fugaz vuelve a pasar por mi mente, ¿Que hacía Octavio por estos lados?.

Y es ahí cuando se me ocurre llamar a Adeline para hacer una pequeña pijamada entre nosotras.

Entro a mi lista de contactos, pero cuando estoy por marcar el número de Ade justamente recibo una llamada de ella.

Llamas Sobre HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora