Shiara, una chica de 18 años de edad; la cuál desde pequeña su mayor sueño ha sido ser la mejor patinadora artística en hielo. Desde muy pequeña siempre ha participado en eventos y torneos de patinaje artístico sobre hielo, pero luego de terminar la...
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SHIARA
16 de marzo del 2021
Hoy me levanté más temprano que de costumbre sin motivo alguno.
Ayer luego de entrenar por horas regresé a mi habitación tan cansada que luego de ducharme caí rendida sin darme cuenta o tiempo a cenar.
Me encuentro frente a mí tocador intentado hacer algo productivo con mi cabello.
Ayer no escuché a Adeline llegar, y ahora por el reflejo de mi espejo la puedo apreciar dormir plácidamente bajo sus cobijas.
Ansío que despierte y me diga algo sobre el estado de Octavio. Tengo que admitir que desde que regresé ayer de el hospital Tengo ese pensamiento clavado en mi mente.
Enciendo mi celular el cual está encima de mi tocador, y este marca las 6:50. Aún es demasiado temprano, y las clases comienzan a las 8:00.
Duro unos minutos más frente a mí tocador, y ya estando lista me paro de este y empiezo a alistar mi bolso con los libros requeridos para las clases de hoy.
Tomo asiento en la cama y me quedo viendo memes en la aplicación de Facebook, dándole tiempo a que Adeline despierte. Pero minutos van y minutos vienes en los cuales Adeline no da señales de quererse levantar.
Mi estómago empieza a gruñir imperiosamente por la falta de alimentos, miro la hora nuevamente dándome cuenta que son las 7:30. Por lo tanto me veo obligado a salir de la habitación en dirección a la cafetería ansiosa por un plato de comida.
Al llegar a la cafetería hago una pequeña cola donde albergan tres estudiantes antes de llegar mi turno.
Luego de pedir mi desayuno tomo asiento en una de las mesas en donde empiezo a degustar hambrienta mis deliciosas crepas.
Las ocho de la mañana llegan, por lo tanto me levanto de mi asiento y con pasos raudos me apresuro a la clase correspondiente.
Al entrar a esta veo en el fondo a Lily sentada tranquilamente disfrutando de la soledad.
-¿Dónde estabas ayer? -Me pregunta cuando me siento a su lado.
-En el hospital -le contesto dejando mi bolso a un lado.
-¡¿En el hospital?! -Se exaspera -¿Estás bien? -Me habla con precipitación y coloca una de sus manos en mi frente como si estuviese midiendo mi temperatura.
-Estoy bien boba -le abofeteo la mano que sostenía en mi frente.
