Shiara, una chica de 18 años de edad; la cuál desde pequeña su mayor sueño ha sido ser la mejor patinadora artística en hielo. Desde muy pequeña siempre ha participado en eventos y torneos de patinaje artístico sobre hielo, pero luego de terminar la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
NARRADOR OMNISCIENTE
Un año después...
El día para Londres no pinta como el mejor —como para variar— nubes negras adornan sus cielos, y tristeza, incertidumbre y miedo, algunos corazones.
Un año ha pasado desde la triste y dolorosa ruptura de un amor al que muchos se opusieron y le declararon la guerra, para que al final, ambos terminasen en caminos separados... Solo que antes de que eso sucediese, ellos dos, confirmaron al mundo, que del odio al amor hay un solo paso.
Octavio Jackson se mantiene sentado en la incómoda y diminuta cama a la cual ya se ha acostumbrado. A pesar de haberse criado rodeado de lujos desde su niñez, ahora eso es lo que menos le importa.
Está totalmente irreconocible, comparado al enérgico, egocéntrico y bien cuidado chico al que ya todos nos habíamos acostumbrado, e inclusive hasta llegamos a amar en algún punto de la historia.
Ahora… ahora su estado es deplorable y andrajoso. Ya no es el chico fortachón y con cuerpo de adonis, por el cual las chicas babeaban. Ahora es todo lo contrario; su piel es pálida y desnutrida… está tan pálido y delgado que inclusive el color verde de sus venas resaltan en su piel más que alguna otra cosa, y la figura de su esqueleto se remarca sobre su piel.
El intenso negro de sus ojos, y la mirada escalofriante, misteriosa y pervertida que siempre solía portar, ahora fue sustituida por unos ojos negros apagados y vacíos, los cuales, no reflejan nada; nada más que absoluta soledad.
El sedoso y rebelde cabello azabache que lo acompañaba, justo ahora, es una maraña de hebras deshidratadas y enredadas que llegan hasta sus hombros.
En conclusión, fue cuestión de meses, para que pasase de ser el chico temido, deseado y envidiado. A la que hora todos ven como rata asquerosa que solo se esfuerza en dar lástima en el fondo de una prisión.
Cuando en realidad al pelinegro solo le interesa saber su sentencia final en el tribunal, la cual la sabrá en un par de horas. En estos momentos su cabeza no tiene espacio para tristeza, lamentaciones o deseos de venganza… lo primero, es lo primero, luego, el destino se encargará de poner cada cosa en su lugar.
El reloj frente a él apunta a las 4am, y mientras todos los presos duermen, él se mantiene contando los segundos restantes a su juicio... Y su otro pretexto para no dormirse, son las horribles pesadillas que lo avasallan cada vez que este pega un ojo. Pues después de muchos años, ha vuelto a desarrollar estrés postraumático desde hace ya un año.
Las horas siguientes pasan, de manera lentas y desesperantes para Octavio, hasta que uno de los carceleros viene a por él, arrastrándolo fuera de su celda, para llevarlo a tomarse un baño antes de su juicio… o más ben, una tortura acuática; ya que los chorros de agua a presión impactan a su débil cuerpo de manera agresiva, haciéndolo decaer varias veces en el rustico y sucio piso.