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Desdén: la niña que nunca fue
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Los niños se encontraban gustosos con sus juguetes, Matilde se encontraba en la estancia con su carro a control remoto, leyendo las instrucciones del mismo para después lanzarlas de lado y apretar todos los botones visibles, Thomas estaba cerca suyo, con su brazo sano le daba vueltas a la libreta de dibujo especial que había conseguido, desde mi sitio en la sala podía ver como el rubio se distraía ligeramente para ver a la castaña cuyo fleco comenzaba a cubrirle los ojos.
—¡A huevo!— le escuche exclamar a la castaña una vez que el pequeño vehículo comenzó andar, Thomas dio un pequeño respingo sentado en las escaleras subió los pies para que este no lo tocara—.
Debía confesar confesar que me sentía en una burbuja, después de tanto caos, parecía que nos había llegado una temporada de calma, si mi yo de hace tres días no daría crédito a la calidad de los momento.
Sentada en el corazón de una enorme casa, con cristales finos y mármol frio, con dos infantes siendo infantes, sin preocuparse por nada más que jugar y sonreír
y vivir
Desde mi sitio podía ver atreves de la puerta de cristal de Tom, donde lo vi tan pacifico
Él estaba sentado en su escritorio, sostenía varios papeles entre sus manos, una taza de café humeaba cerca suyo y debes en cuando lo escuchaba chistar y morderse los labios completamente concentrado en su trabajo.
tan tranquilo
desde allí no podía ver sus cicatrices
así que pretendí que no las tenía
y me quede encaprichada con esa imagen del castaño que tanto alteraba en mi corazón.
Tom me había regalado dos cosas:
El kalimba precioso con grabados dorados
y un collar dorado con una pequeña piedra azulada con una pequeña hoja dorada por encima de ella que contenía otro pequeño diamante en la parte de la punta.
No estaba segura de cuanto costarán los collares, la mayoría de collares que usaba tenían como máximo una cadena de cobre y me escocían el cuello cuando las usaba, sin embargo algo me decía que si tuviera que pagar por el collar que me regalo ese día el castaño, ni una vida de trabajo me hubiera alcanzado.
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Destrúyeme: La Caída Del Imperio Holland [Tom Holland y tú]
FanfictionThomas Stanley Holland, el mafioso más mortífero de Londres. Fuerte de piel, débil de alma, se enfrenta a su delirio, debilidad y amoníaco dulce, ___ West. ¿El destino será capaz de unir sus almas o rasgarlos por completo? Salvame segunda temporad...