Destrúyeme: La Caída Del Imperio Holland [Tom Holland y tú]

Capítulo 16

El sonido cesaba tan rápido como se hacía dando paso a Thomas y Matilde, que entraron por la puerta de la cocina dando brincos. 

Ambos con la cara y la ropa de brillantina colorida. 

-Agua, agua, agua, agua- pidió Thomas sediento tirando de mi suéter  en busca de mi atención- agua por favor- nombro y pude notar que en su otro mano entre sus dedos y el yeso llevaba una flor de noche buena roja-. 

-Queremos agua por favor, ___- respaldo Matilde, colocándose al lado de Thomas  tendiendome dos vasos de plástico rojo que desencajaban totalmente con toda la cocina y con toda la casa-.

-Salen dos vasos de agua- asegure haciendo un saludo militar antes de tomar ambos vasos cuyo relieve denotaba un que otro pulpo y pececillo-. 

Ciertamente no podía imaginar a Thomas usando esos vasos a la par que hablaba de negocios con su traje fino y su mirada de mafioso letal y ciertamente no lo hacía, en la casa no había ni un solo vaso o plato e inclusive ollas que no fueran de cristal fino, esos vasos estaban ahí porque tras la llegada de Matilde y Thomas y varios vasos rotos,  se decidió que era peligroso dejarlos a su alcance por lo que Fere les trajo un juego de vasos y platos de plástico que podían usar, por más decir que tenían prohibido servirse nada que estuviera contenido en recipientes de cristal. Por el bien de los nervios de Tom. 

-¿El árbol a quedado bonito?- pregunte vertiendo el líquido transparente en los vasos, para despues pasarlos a los niños, donde Thomas miro su flor unos segundos antes de dejarla en la mesa de la isla, para así tomar con ambas manos su vaso en una competencia sedienta por ver quién  terminaba primero-. 

-Hermoso- soltó Matilde tras un suspiro aliviado dejando el vaso en la mesa para limpiarse la comisura de los labios con la manga de sus ropas-. 

-Gracias y eso que no me bañe- le respondió  Thomas girando su vaso para darle un último trago antes de imitar el acto de la castaña tomando de nueva cuenta su flor-. 

-¡Tu no!¡ Tu me das asquito!- dijo Matilde pero no pude evitar reírme al verla sonrojada por el rubio que la miro antes de guiñarle un ojo- ¡Ya!- sentenció completamente roja girándose para no tener que verlo-.

-Hoy tenemos una importante tarea ¡Vamos atrapar a Santa Claus con las manos en la masa!- dijo Thomas cambiando de tema mientras que Matilde se cubrió la cara con ambas manos-. 

-Le vamos a dar un levanton- finalizó la  castaña y alguien carraspeo divertido al entrar por la puerta-. 

-La mejor manera de entrar en la lista negra Matatena- dijo Thomas entrando, por primera vez le veía sin su traje o su ropa pretenciosa, simplemente una camisa gris junto sus pantalones azules, tan cubierto de brillantina como Thomas y Matilde-. 

-A mejores lugares he entrado- nombró la castaña con egocentrismo mirando como Tom la miraba divertido antes de tomar su propio vaso de agua-. 

-De acuerdo pero ahora vayan a darse un baño, ya casi son las seis de la tarde y ustedes apestan más que tlacuache en una convención de anime- sentenció Tom a lo que ambos infantes se quedaron impresionados tomando parte de sus ropas para llevarlas a sus caras oliendolas antes de soltar una mueca asqueada-. 

-Uff parece que llevo la ropa de un muerto- dijo orgullosa Matilde- ¡El ultimo que llegue es un huevo podrido!- vociferó la castaña antes de salir corriendo por la puerta dejando a Thomas detrás que me  miro considerablemente consternado.

Él no quería ser un huevo podrido.

-¿Quiere que te ayude a bañarte piojito?- pregunte y Tom se sentó en una silla alta frente a la isla mirando la escena con ternura-. 

-No, no, ya puedo hacerlo yo solito, solo que ¿podrías desabrocharme mi cosa esta y cuidar mi flor en lo que le encuentro un lugar bonito?- mencionó desesperado, trotando en su sitio a la espera de que le desabrochara el cabestrillo para salir corriendo detrás de la castaña-. 

-Claro que si, yo te cuido tu flor- mencione y apenas fue liberado dejo la flor sobre la silla en la que estaba sentada para salir corriendo tras su cómplice-¡Nada de tirarse jabón en los ojos! ¡Thomas, dile a Matilde que te ayude a ponerte una bolsa sobre el yeso!- les grité pero probablemente ninguno de ellos podía oírme, a diferencia de Tom,  que me miraba fijamente con una sonrisa- ¿Qué pasa? ¿Se me cayeron las cejas o algo así?- pregunté haciendo mi mejor intento por parecer molesta- ¿Quieres algo de té? - pregunte y él asintió con la cabeza mirándome aun con una sonrisa mientras buscaba la tetera- ¿Que pasa?-. 

-Nada- aseguro pero siguió cada uno de mis movimientos hasta que la tetera estuvo en el fuego- serías una excelente madre- soltó de  golpe, cohibido ligeramente entre la ternura y la ilusión-. 

Un bebé de Tom y mío...

-Y-yo no creo eso, nunca me he visto a mi misma como madre, esa es Fere ella quiere tener muchos muchos hijos, yo-o, yo no- susurré nerviosa y sonrojada ante la idea de llevar un hijo de Tom en mi vientre-. 

Aunque no mentía, no era capaz de cuidar de mi misma, por lo que jamás me había imaginado cuidando alguien más. 

-No dije que tuvieras que serlo,  dije es que serias una excelente madre, lo mantengo el cariño que les pones a los demás, a las cosas que haces es el mismo que quisieras recibir y eso hace todo más real, más hermoso- nombró serio, pero sin perder ese brillo en sus ojos avellana conectados directamente a los míos, haciéndome imposible apartar la vista-. 

-Tú, con el trabajo correcto, tambien serias un excelente padre- mencione y la tetera segundos más tarde rompió el silencio  que nos procedió- eres bueno con los niños, incluso para mentirles, inspiras confianza siempre y cuando no lleves tu ceño fruncido el cual te hace ver más viejo- dije girandome en la busca de dos tazas y un vaso de cristal desde donde podia sentir la mirada de Tom sobre mi espalda- es natural en ti, no se si por el sentimiento hacia tus hermanos o porque lo llevas en la sangre, pero así es-. 

Tome el vaso de cristal alargado llenándolo hasta la mitad de agua y poniéndole unos par de cubos de hielo para meter la flor mientras que Thomas le encontraba un lugar "bonito" que fuera merecedor de la misma. 

-Hablando de madres, el asunto de Matilde y Keyslee está resuelto- dijo Tom viendome girar dejando la flor sobre el florero improvisado tomando de nueva cuenta la tetera, la cual resbaló de mis manos apenas terminó de hablar-. 

-Cuidado ¿Estas bien?- pregunto un tanto alarmado, poniéndose de pie, inclinándose sobre la mesa para revisarme las manos vendadas- ¿Te quemaste? - cuestionó  y yo negué con la cabeza a falta de palabras-. 

-¿A que... te refieres con que ya está resuelto?- pregunte sin voz a lo que el trago saliva relamiéndose los labios sirviendo el mismo ambas tazas de té para mirarme sopesado-. 

-Preferiría que ella te lo dijera en persona, pero se que no lo va a hacer- específico sopesa dando pequeños golpecitos a la mesa con las yemas antes de hablar- Keyslee no es la mamá de Matilde y ella lo sabe-. 

¿Qué? 

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Muchas gracias a todas por leer y comentar, son las mejores personas con las que he podido coincidir. 

Las quiero❤