Capítulo 58

822 92 37
                                    


┏━━━━━━━━━━━━━━━┓

Desmotivo

┗━━━━━━━━━━━━━━━┛

                                                     ┗━━━━━━━━━━━━━━━┛

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Monterrey, NL

10:43pm

Jamás había visto que lloviera tanto en Monterrey, el cielo parecía caerse a pedazos, Jupe no había llegado ese día, había quedado de verme para antes de la cena a las nueve de la noche, pero al dar las diez con Andrea devorando su estofado de cerdo aun no había llegado.

—Iré a dormir—terminando apenas terminando las primeras tres cuartas partes de mi plato—.

—¿Vendrá Jupe?—preguntó Isela limpiando el rostro de July, la sola pregunta me hacía enfadar—.

—Me da igual, si viene no le dejes entrar—me quejé levantándome para dejar el plato en el fregadero, ignorando la mueca de disgusto de Isela—.

—Sam, ya habíamos hablado tu y yo, no hay razón para responderle así a tu madre—me recriminó Mark que estaba sentado junto a Paddy—¡Sam!—.

—¡Ella no es mi maldita madre!—solté sin pensar y me odie al instante al notar como los ojos de la pelinegra se cristalizaron, nadie se atrevió a hablar, todos guardaron silencio sin saber que decir—.

Hubiese deseado jamás haber empezado

me hubiese gustado volver atrás

borrar mi existencia

quitarme este sentimiento de inquietud de encima

estaba harto de querer complacerlos a todos.

—Estoy insoportable...nervioso, no me siento bien, perdón...mamá—intentaba decirlo, pero fingir que la consideraba mi madre me sabía mal—.

No dije nada, subí escaleras arriba y me encerré en mi cuarto, ahí me quede cuarenta minutos sentado frente a la computadora, el frío entraba desde la ventana y me hacía querer cubrirme los brazos, durante mucho tiempo dude acerca de hacer algo por buscar a Tom, tenía el acertijo frente a mí, pero no quería aceptarlo, de hacerlo, de tomarlo y de resolverlo solo me confirmaría cuan maldito y perdido estaba.

Mis dedos jugaron sobre las teclas del navegador unos segundos, tamborileaba las notas de canciones en piano sobre las letras como si estas pudieran sacar alguna melodía, me acomodaba en la silla, me inclinaba y sentía unas inmensas ganas de llorar, de gritar y de golpearme a mi mismo.

No quería buscar a Tom,

le fallaría tanto a Harry como él me falló al morirse

Destrúyeme: La Caída Del Imperio Holland [Tom Holland y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora