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El sueño que se volvió pesadilla
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La casa olía a comida quemada y a cigarrillos usados, me levanté antes de tiempo y corrí directo a la habitación de Rubén.
Mi cuerpo aun estaba frío, pero al menos ya no tenía fiebre.
—Ru, ábreme—pedí nerviosa de pie en el pasillo, a los pocos minutos la puerta blanquecina se abrió, dentro suyo el noruego me vio extrañado y adormilado—.
Alargo una mueca de fastidio y se movió para que pudiera entrar a su habitación que estaba llena de figuras, computadoras y micrófonos que se había traído desde casa. hasta que me moviera.
—¿Qué pasa?—se intentó sacar el sueño del cuerpo estirando su espalda tanto como pudo—¿Te sientes mejor?—me preguntó haciendo referencia a mi fiebre—.
—Sí, estoy mucho mejor—dije honesta viendo como este se acerco a su mesita de noche, tomando una pequeña bolsa de bombones, la cual abrió para sentarse a comer sobre la cama—necesito tu ayuda—.
No recordaba mucho de lo que había pasado en la madrugada, había tenido una especie de sensación rara donde Tom había estado conmigo e incluso me había traído pollo.
—¿Para que soy bueno?—preguntó y me ofreció de sus bombones—no empieces con que es muy temprano para comer dulces—soltó al ver como veía sus golosinas—.
—Lo es—dije y negué con la cabeza—necesito que me prestes tu computadora—.
Rubén se sorprendió ante mi petición, llevaba la memoria entre las ropas y la guardaba como si se tratará del secreto más grande del mundo.
No le había dicho a Tom, ni a Harrison, contemplando como estaba ocurriendo todo el asunto, prefería analizar los detalles por mi misma, antes de decir cualquier cosa.
—Puedes usar la que quieras—dijo cauteloso ante el misterio, colocándose de pie para ir hasta el ordenador, encendiéndolo—esto es tuyo—.
—Gracias—camine hasta estar a su lado—.
Rubén tenía una mano en el ratón y otra extendida a mi dirección—se ve costoso—pronunció dolido con el collar de diamante entre las manos esperando a que lo tomará—Supongo que eso significa que voy perdiendo—.
—Ru, no, ahora no de verdad, no es el momento—me sentía nerviosa—.
Fuera lo que fuera que tuviera Akemi en esta memoria podría tener información valiosa acerca de los Hollands, los traidores o incluso yo misma, nadie más podía saber que yo la tenía y que estaba escondida en el cuarto de Rubén intentando descifrar su contenido.
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Destrúyeme: La Caída Del Imperio Holland [Tom Holland y tú]
FanfictionThomas Stanley Holland, el mafioso más mortífero de Londres. Fuerte de piel, débil de alma, se enfrenta a su delirio, debilidad y amoníaco dulce, ___ West. ¿El destino será capaz de unir sus almas o rasgarlos por completo? Salvame segunda temporad...